Es cierto que frente a un refresco o una bebida artificial, los zumos naturales son la mejor opción. Pero también se debe aprender a ingerirlos. La obtención de sus nutrientes y vitaminas dependerá de cuáles, cómo y cuándo los consumismos. La Verdad
Marisol Carrizo, nutricionista clínica, explica que las bebidas naturales pueden mantener los aportes íntegros de la fruta solo si se sirven justo después de su preparación. Cuando el jugo es extraído de la fruta de manera automática comienza a perder sus nutrientes debido a la oxigenación. Cuanto más tiempo transcurra entre el exprimido y el consumo, menor será su carga nutritiva.
Las frutas son ricas en vitaminas hidrosolubles, aquellas de fácil destrucción y de almacenamiento mínimo dentro del organismo, por lo cual debe garantizarse su ingesta diaria para cubrir las necesidades. La vitamina C contenida en el jugo de naranja -por ejemplo- es vulnerable a los cambios de temperatura y ambiente. La refrigeración prolongada o el calor ambiental pueden dañar cualquier buena intención de ofrecer un vaso cargado de nutrientes beneficiosos a la salud.