La selección de Camerún, que llegó con más de doce horas de atraso a Brasil para jugar el Mundial, se desplazó a su primer entrenamiento en la ciudad de Vitória sin percibir que dos de sus jugadores habían quedado olvidados en el hotel, informaron hoy medios locales. EFE
Si llegar a la sede del Mundial con un atraso considerable por la presión de los jugadores a la Federación para mejorar sus condiciones de salarios y premios durante el Mundial ya fue insólito, otro tanto debieron pensarlo el defensor Cédric Djeugoue y el delantero Fabrice Olinga.
Cedric, jugador del Coton Sport, y Olinga, figura del Zulte Waregem belga, fueron olvidados en el hotel de concentración mientras el resto de la plantilla partió en un autobús hacia el campo donde se cumplió el primer entrenamiento, según explicaron a periodistas miembros de la delegación.
Los Leones Indomables, que dirige el alemán Volker Finke fueron emparejados en el grupo A con las selecciones de Brasil, México y Croacia. Debutarán contra los norteamericanos el 13 de junio en Natal.
Como sucedió antes del Mundial de 2002, disputado en Corea del Sur y Japón, la selección africana se negó a viajar a Brasil este domingo, hasta que no hubo acuerdo con las primas económicas a percibir, aunque hace doce años la comisión técnica no llegó a olvidar a sus jugadores en sus respectivos desplazamientos.
Camerún tiene en observación especial a su más experimentado jugador, el delantero Samuel Eto’o, afectado por problemas musculares.
En su último partido amistoso derrotó a la selección de Moldavia por 1-0 y recibió la buena noticia del regreso del delantero del Fenerbahce turco Pierre Webó, exjugador de Osasuna, quien tuvo una aparatosa caída al marcar un espectacular gol en un encuentro previo con Macedonia.