Elección de Rivlin abre nueva era en la diplomacia israelí

Elección de Rivlin abre nueva era en la diplomacia israelí

El primer ministro Benjamin Netanyahu es el “gran perdedor” de la elección a la presidencia de su compañero de partido Reuven Rivlin, un ultraderechista que abre una nueva era en la diplomacia de su país, según analistas.

Daphne Rousseau/AFP

FOTO MENAHEM KAHANA / AFP

Los analistas recalcan que Rivlin carece de la estatura internacional de su predecesor, el veterano Shimon Peres, un ex dirigente laborista que obtuvo el premio Nóbel de la Paz tras su participación en las negociaciones con los palestinos que posibilitaron los acuerdos de Oslo en 1993.

Rivlin “se mantendrá en segundo plano, mucho más que Peres. En el plano internacional está lejos de ser una estrella, no habla bien inglés ni se siente cómodo en los cócteles”, explicó a la AFP Emmanuel Navon, miembro del comité central del gobernante partido Likud, que apoyó la candidatura de Rivlin.

La función de presidente es ante todo protocolaria en Israel, ya que el poder ejecutivo está en manos del jefe de gobierno. Sin embargo, “si Ruby Rivlin sigue conduciéndose con modestia y luchando por hacer política con honestidad, podría llegar a ser algo más que un símbolo”, estimó por su parte Aviad Kleinberg, editorialista del periódico Yediot Aharonot.

Rivlin siempre ha expresado abiertamente sus anhelos de un Gran Israel, cuyas fronteras sean el Mediterráneo y el río Jordán, es decir incluyendo, entre otras cosas, el territorio palestino de Cisjordania. Así, este antiguo oficial de inteligencia del ejército, habría dicho en 2010 que “preferiría aceptar a los palestinos como ciudadanos israelíes que dividir a Israel y a Cisjordania en dos Estados”.

Paralelamente, durante su mandato como presidente del Parlamento, también se labró a pulso una reputación de férreo defensor de la democracia, que le llegó a valer el apoyo de la izquierda y hasta de la minoría árabe israelí.

Sin embargo, su victoria es un revés para el “campo de la paz”, subrayó Haaretz.

Los habitantes de colonias israelíes en territorio palestino y los ultranacionalistas saludaron la victoria de Rivlin. La principal organización de colonos de Cisjordania consideró que se trata de “un verdadero amigo de la política de asentamientos y del Gran Israel, un heredero de los fundadores del país”, refiriéndose al ex primer ministro Menahem Begin, quien fuera un influyente dirigente de la extrema derecha israelí. Rivlin reivindica la herencia política de Begin.

“No obstante, si durante su mandato, el gobierno llega a firmar un acuerdo de paz, Reuven Rivlin aceptará, con gran pesar, cualquier decisión democrática”, estimó el diario de izquierda Haaretz.

– Netanyahu fue el gran perdedor –

Desde su elección, Rivlin ha empezado a presentarse como un árbitro político y hombre consensual. “Ya no soy un hombre de un partido político, soy el hombre de todo el pueblo”, proclamó.

Para los analistas, el verdadero perdedor de esta elección es Netanyahu, cuyas malas relaciones con Rivlin son notorias.

“Netanyahu es el gran perdedor, no sólo porque le toca un presidente con el que tiene problemas (…) sino también porque esta elección reveló su escasa influencia dentro de su propio partido”, estimó la comentarista política de la televisión Rina Matzliah.

Pese a sus diferencias públicas, Rivlin recibió finalmente el apoyo del primer ministro, quien había intentado convencer al premio Nobel de la Paz y superviviente del Holocausto Elie Wiesel para que se presentara contra él. AFP

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