Los trabajadores del tren subterráneo en Sao Paulo, donde está por disputarse el partido inaugural de la Copa del Mundo, podrían reanudar su huelga a menos que se recontrate a más de 40 compañeros despedidos la semana pasada, advirtió el sindicato el miércoles. AP
“No aceptaremos los despidos”, dijo Rogelio Malaquias, vocero del sindicato de trabajadores del tren subterráneo. “O recontratan a los 42 o iremos a la huelga el jueves”.
La situación en Sao Paulo es muy preocupante para los organizadores del Mundial, que cuentan con el tren subterráneo para llevar a decenas de miles de hinchas a los partidos en la ciudad. El estadio Itaquerao está lejos de las zonas hoteleras, donde se hospedará la mayoría de los turistas de la Copa.
El lunes, los trabajadores sindicalizados en Sao Paulo suspendieron su huelga durante dos días, pero planeaban votar de nuevo el miércoles para decidir si la reanudarán. Si lo hacen, el sistema del metro podría estar paralizado el jueves, justo cuando la selección de Brasil se enfrenta a Croacia en el primer partido del Mundial.
La oficina metropolitana del Transporte de Sao Paulo dijo tener un “Plan B”, pero se negó a decir exactamente cuál es.
“Sólo daremos detalles si y cuando los trabajadores reanuden la huelga”, dijo un funcionario de la oficina, que prefirió no dar su nombre porque no estaba autorizado a hablar con la prensa sobre el tema.
También los trabajadores del tren subterráneo de Río de Janeiro amenazaron con ir a la huelga, pero el sindicato que representa a los operadores de los vehículos en esa ciudad informó que los trabajadores votaron por no suspender labores.
Un tribunal laboral de Sao Paulo multó al sindicato con 175.000 dólares por los primeros cuatro días de la huelga y advirtió que añadirá otros 220.000 dólares por cada día adicional que continúe el paro.
La huelga en el tren subterráneo fue la agitación laboral más reciente que afecta a Brasil antes de la Copa del Mundo. Los maestros siguen en paro en Río y suelen bloquear las calles con protestas.
La policía de varias ciudades ha ido también a la huelga, pero por ahora está trabajando.
También ha habido protestas constantes contra el gobierno en todo Brasil por los fuertes gastos para la Copa del Mundo, demandando que mejoren los servicios públicos. Las protestas que comenzaron el año pasado se han reducido en tamaño pero no en frecuencia, y también han interrumpido a veces el tránsito.