Las mordidas en el deporte no se recluyen en los estadios de fútbol: en 1997, Mike Tyson le arrancó la oreja de una mordida a Evander Holyfield.
“Me imagino que cualquier parte del cuerpo es comestible”, escribió Holyfield en su cuenta en Twitter, en evidente referencia al mordiscón charrúa.
I guess any part of the body is up for eating.
— Evander Holyfield (@holyfield) junio 24, 2014