Ante la menor sospecha de distribución de algún repuesto para carros, los usuarios de Anaco montan cacería en las entradas de los establecimientos para adquirir lo que necesitan. Esta manera de actuar se ha convertido en rutina para los habitantes de la ciudad gasífera, quienes describen como un “vía crucis” el buscar aceites para motor y baterías de cualquier amperaje. eltiempo.com.ve / María Alejandra Aguilera
Miguel Rivero, trabajador de Automotriz Todo Tren, comenta que tiene años de experiencia en el mercado de lubricantes y nunca había presenciado una escasez como la actual.
“El aceite PDV, uno de los más buscados, tiene un año sin llegar a nuestro negocio. Otras marcas como Castrol tienen cuatro meses. La situación es crítica”.
Rivero manifiesta que tienen que armarse de paciencia y lidiar con clientes molestos que reclaman porque no consiguen los artículos que necesitan.
La situación ha llegado a tal extremo que ya los distribuidores no acuden a los establecimientos a ofrecer los aceites. Dan respuesta y ofrecen la poca mercancía que tienen vía telefónica.
Para leer la nota completa pulse Aquí