A Luis Suárez le ha costado muy caro el mordisco sobre Chiellini en los minutos finales del Italia-Uruguay. La FIFA lo suspendió de nueve partidos sin jugar con la selección charrúa, por lo que se despide el Mundial de Brasil. Además, impone al futbolista otros cuatro meses alejado de los campos, una sanción que afectará a su actividad con el Liverpool. O con cualquier equipo que acabe pagando un caro traspaso por el uruguayo.
Ante su falta en el partido de octavos, parte de la hinchada decidió recrear su rostro con máscaras y pancartas y hacerlo presente en el partido de octavos contra la selección colombiana.