Desde que un grupo de familias, identificadas con el oficialismo, ocupó ilegalmente una extensión de terreno al frente de residencias La Pastoreña, los habitantes pasan los días en tensa calma, reseña El Impulso.
Se cumplen dos semanas de la toma violenta y los vecinos de las ocho torres del conjunto son blanco de insultos, amenazas, e incluso, balaceras a cualquier hora.
Toldos improvisados “marcan” el terreno en disputa, ubicado en los alrededores de Yacural, donde empezarían a instalar tapas de zinc y armar casas.
“Tratamos de no acercarnos al estacionamiento cercano al terreno para no caldear los ánimos de los invasores, ellos siguen gritando consignas, pero hacemos caso omiso de eso”, señaló la habitante y abogada de la constructora, Milagros Arellano.
Ayer, los invasores trataron de levantar ranchos, contó una vecina preocupada. Pero los oficiales de la Policía de Lara que custodian la zona lo impidieron.
La toma ilegal del terreno frenó la construcción de un conjunto privado con más de 250 viviendas. Cuando se produjo la ocupación, se paralizó la obra.
Es la segunda vez que personas tratan de apropiarse de ese lote. En la gestión de Amalia Sáez, el fallo favoreció a los propietarios de la extensión.
Esperan sentencia legal
“Estamos agotando los recursos legales, fuimos hasta la Fiscalía 9º y esperamos que actúe el tribunal”, comentó la consultora jurídica.
Hace una semana, las partes en conflicto fueron citadas al Destacamento 47. Ahora, falta el pronunciamiento de las instancias.
“Estamos haciendo hincapié en los recursos legales.
Un tinte político entorpecería el desalojo de los ocupantes”, agregó.