Cuando llegó la primera sala de Cine Sound Round al país, no pocos eran quienes volteaban, de un lado a otro, a ver cuál era el origen de aquella cantidad de voces y sonidos. Hoy esa misma graciosa imagen me viene a la cabeza, de manera ya no tan chistosa, al ver la reacción de la mayor fuerza del país, ante tantas voces y llamados desde la dirigencia política. Esa gran fuerza a la que me refiero no es más que a la sociedad civil, o como les gusta llamarla a otro grupo de conciudadanos venezolanos, el pueblo o el poder popular.
Escuchamos a diferentes sectores dentro de los grupos de partidos políticos haciendo llamados muy distintos entre sí, aunque hasta hace pocos días los identificábamos en un mismo bloque. En los sectores del PSUV y sucursales, al igual que dentro de la MUD, vemos hoy un popurrí de mensajes, ante los cuales la gente de a pie, la mayor fuerza del país, muy confundida se pregunta: ¿Y qué hacemos ahora?
Como escuché en un comentario hace días de alguien a quien respeto mucho, “Que no nos agarre el catarro sin pañuelo”. Pues ese es el mensaje, al que nosotros, los civiles, el pueblo organizado, debe avocarse. Nosotros queremos soluciones. PREPARÉMONOS, pues los cambios en muchos de los ámbitos a nivel nacional son inminentes.
¿Quiénes somos? VENEZUELA! ¿Qué queremos? BIENESTAR!
¿Y que queremos los civiles de este país? Todo se traduce en una vida de bienestar, de libertad, de tranquilidad, digna, armónica, en un país de cara al futuro, de contenido humano y hasta espiritual para muchos. Para este objetivo sólo será posible avanzar a través de la ORGANIZACIÓN CIUDADANA mientras la crisis política y económica en el país se corrige. No perdamos tiempo mientras la dirigencia de los partidos pacta, pues ellos conocen sus tiempos y sus estrategias, respetemos y reconozcamos su labor, aunque no se comparta. Llegará el momento de los acuerdos. Avancemos nosotros mientras tanto en generar soluciones y actividad social que ayude a la dirigencia a deponer diferencias y elaborar propuestas de cara a lo que la gente está pidiendo a grito en las calles!
Esto es posible lograrlo de manera sencilla, pero sistemática y constante. Hay que enlazar a las fuerzas vivas de la nación, cada gremio, cada cuerpo colegiado, desde cada sector en cada municipio, para la sensibilización del resto de la población que aún no reacciona, en torno a propuestas y métodos de realizar los cambios que requiere la nación en paz, de manera coherente, constitucional, y con el mayor apoyo popular posible. ¿Pero, cómo lo logramos?:
1.- Conozcámonos y reconozcámonos: Dejemos la polarización a un lado, opositor o chavista, su vecino es su amigo más cercano, es su hermano, por encima de todo ES VENEZOLANO! Reconozcamos a todos aquellos ciudadanos que queremos el bien del país, es deber reconocer el esfuerzo y las bondades a todos. Contacte a dirigentes comunitarios, vecinales, civiles, gente de a pie, indague su opinión sobre los problemas del país, comparta su visión. Repita el procedimiento en toda su cuadra, bloque o edificio, en cuanto rincón haya en su zona y sectores aledaños. Guarde registro de todos estos contactos, los necesitará a la hora de generar actividades y encuentros. Se dará cuenta que más son los problemas que nos unen que aquellas cosas que nos separan.
2.- Perdamos el Miedo: Lo que está mal está mal y hay que mostrarlo! Dejemos a un lado el temor de señalar lo malo. Criticar lo que hace mal el gobierno no es ser desleal, mucho menos criminal. Quejarse es un derecho humano, democrático, legítimo y constitucional. Ejérzalo!
3.- Invirtamos tiempo en nuestros sectores: Las redes sociales y el radio bemba ayudan a la divulgación de mensajes, pero, si queremos generar cambios deben hacerse en las calles, de cara a la ciudadanía. Organizar nuestro tiempo para dedicarle algunas horas semanales (recomiendo unas 8 horas a la semana) a reunirse con nuestros vecinos y realizar las actividades de análisis, debate, divulgación, denuncia y protesta.
4.- Infórmese y fórmese: Dentro de la agenda hay que dedicar tiempo a recabar información sobre conocer bien de cerca los problemas que aquejan a la comunidad y las posibles vías de solución. Si el tema principal que aqueja a la comunidad es la inflación, por ejemplo, las actividades del sector deben girar en torno a organizar talleres y reuniones con economistas y especialistas del tema.
5.- Divulgue el mensaje, promueva el encuentro y el debate para encontrar soluciones: Es necesario trabajar en que la mayor cantidad de personas de su sector conozca a fondo los problemas que los aqueja, sus causas, responsables y consecuencias. Promueva, en asambleas de ciudadanos, el debate propositivo en búsqueda de soluciones, es necesario encontrarnos todos unidos alrededor de la construcción de vías de tolerancia y convivencia. Confrontar ideas no es pelear, es la vía a encontrar soluciones. Pero si parte de las soluciones, pasa por la solicitud de la renuncia del representante de una institución que no le está cumpliendo, toda la comunidad debe ir unida sin miedo a exigir esa destitución. Aunque no se cumpla, la ley nos ampara como ciudadanos.
6.- Promueva la protesta cuando su denuncia no haya sido tomada en cuenta: Si su sector introdujo una denuncia en una institución (por mucha o poca legitimidad que esta tenga) tienen que darle una respuesta y solucionar el problema a esa comunidad. Si esa institución no le da respuesta, o lo sumergen a usted y a sus vecinos en el mar de esperanzas y promesas incumplidas del gobierno, RECLAME! ACTUE! EXIJA! , Es su derecho!
En Venezuela son muchos los motivos para mantenerse en las calles sin descanso, pero hay que cuidarnos de no desgastarnos. Debemos ser constantes, contundentes y sostenibles. Son decenas los artículos constitucionales, sistemáticamente, vulnerados por el “gobierno de corte totalitario” de Nicolás Maduro. Restituir estos derechos es nuestro deber según la carta magna. Por eso el trabajo requiere de todos. Sin embargo hay grandes sectores, no dormidos, pero si vigilantes, que esperan todavía por una conducción hacia una “vía”, por no llamarla “salida”, coherente, del caos en el cual, unos pocos corruptos, tienen sumido a todo un país bueno.
Pongámonos de acuerdo…“que no nos agarre el catarro sin pañuelo”
Dimitry Belov
@DimitryBelov