Cameron Dalziel era un piloto de helicóptero sudafricano que tuvo la desgracia de abordar el vuelo MH17 de Malaysia Airlines en Amsterdam. Junto a las otras 298 personas que viajaban en el avión, fue asesinado por un misil disparado desde la región ucraniana de Donetsk, controlada por separatistas prorrusos. Reine Dalziel tuvo que bloquear la tarjeta de crédito al notar que habían hecho compras en Ucrania, donde cayó el avión. Denuncian a militantes prorrusos.
Además del dolor irreparable causado por una pérdida tan absurda e injustificable, su viuda y sus dos hijos deben soportar el ultraje que supone la profanación de los restos de su persona amada.
Los insurgentes arribaron antes que nadie al lugar en el que cayó la aeronave tras el impacto. Las imágenes difundidas por internet los mostraban revolviendo entre las pertenencias de los difuntos. Tomando relojes, billeteras y hasta anillos de oro, como muestra este video.
El interrogante principal era qué hacían con esos objetos después. El testimonio de Reine Dalziel, que denunció que utilizaron la tarjeta de crédito de su marido en Ucrania, reveló hasta qué punto los militantes consideran esas pertenencias como un botín de guerra.
Otros familiares de víctimas contaron que los rebeldes están usando los teléfonos celulares que sobrevivieron a la tragedia, lo que evidencia un accionar generalizado.
Estas versiones fueron confirmadas por las autoridades ucranianas. “El cinismo de estos gangsters no tiene límites. De acuerdo con nuestra información, además de apropiarse de las pertenencias valiosas de los pasajeros, los terroristas están usando sus tarjetas de crédito”, dijo Andrei Lysenko, vocero del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa Nacional.
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