En recorrido realizado por el diario El Siglo en la centro de la ciudad de Maracay se pudo constatar algunos precios de los uniformes que podrían variar entre un lugar a otro.
Según la información recaudada, vestir a un niño puede costar hasta 2 mil bolívares fuertes. La mitad de un salario mínimo.
Lea el reportaje completo a continuación:
Las chemises oscilan entre los 350 y 490 bolívares, mientras que las camisas rondan los 400 bolívares. Los pantalones, de 250 en adelante, y las faldas a partir de 190, la más económica.
Aparte de estos artículos esenciales que muchos tienden a comprarle al menos dos a cada niño, están las medias que las hay a un precio entre 25 y 70 bolívares, las franelas de 130 a 230, suéter entre 640 y 830, franelillas (guardacamisas) 90, y batas de laboratorio en 450.
Asimismo, el gasto adicional serían los zapatos escolares que pasan en la mayoría de las tiendas de los 600 bolívares y los zapatos deportivos también están alrededor o por encima de los 700 bolívares fuertes. A todo esto se le suma lo que es el morral, que sencillos están en 900 bolívares y los de princesas y caricaturas predilectas de los pequeñines hasta en 1.400.
Cabe destacar que para la fecha las ventas han estado relativamente “frías”, según comerciantes como Flor Alba Quiñones, de un reconocido local adyacente al Paseo Girardot, quien refirió que hasta ahora muchas personas llegan más que todo a comparar precios. “Estimamos que para el mes de septiembre sí llegue la zafra en pleno, pues ahora es poco lo que compran, más que todo van viendo referencia de los precios”.
Por su parte, Gusmary Brea, coincidió en este señalamiento pero resaltó que sí ha venido en aumento el número de personas comprando, ya que muchas prevenidas prefieren ir equipándose, por el temor después de no conseguir las cosas, pues temen que el “fenómeno” de la escasez también toque el sector textil y de los artículos escolares.
Hay que acotar que ciertamente los comerciantes han tenido dificultades para la adquisición de la mercancía, por una parte porque las traen directamente de otros países, o porque los distribuidores llegan constantemente con variación de precios, lo cual incide en el costo para la venta al público.
Brea, destacó que hacen los mayores esfuerzos posibles por mantener las mejores ofertas como se les ha caracterizado, sin embargo, es algo difícil de sostener, ya que asegura que los distribuidores llegan con la mercancía casi con variaciones semanales. En ese sentido, la expectativa es que dichos incrementos no sean tan abruptos de forma tal de que los compradores puedan cubrir sus listas de compras.
Entre tanto, la opción predilecta será seguir comparando precios entre una tienda y otras para entonces encontrar las mejores ofertas, ya que la mayoría de las vitrinas comienzan a adornarse con llamativos anuncios sobre la venta de uniformes escolares, principalmente en la calle Miranda y la avenida Bolívar.
Vía El Siglo