Vetar a un articulista que firma su opinión es la más primitiva de las censuras. El diario El Universal fue durante un siglo un bastión de la libertad de opinión y pensamiento de la ciudadanía venezolana. El diario, vendido a unos fantasmales y desconocidos “empresarios”, ha instaurado una férrea censura a los articulistas que considera incómodos a los jefazos del gobierno.
Muchas de las mejores plumas de Venezuela, durante años, contribuyeron con la lectura de ese medio.
Pero los tiempos han cambiado. Ya no son bienvenidos en su redacción. Como también el papel periódico ha dejado de ser el primer medio de lectura ciudadana.
Desde lapatilla.com les abrimos las puertas al mundo digital a todos aquellos articulistas de El Universal que deseen publicar su opinión.
Acá si serán respetados. Como antes lo habían sido en El Universal
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