El III Congreso ideológico del PSUV fue un fracaso. Todo lo que se discutió en ese escenario fue que Nicolás Maduro fuera ratificado como presidente del partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabellocomo primer Vicepresidente, que son un partido anti imperialista y lanzar consignas para tratar de revivir a Chávez, pero los temas puntuales de los venezolanos no se tocaron.
La peor conclusión de este III congreso fue la discusión que se dio para evaluar el aumento de la gasolina y meterle la mano al pueblo en el bolsillo. Ya que el gobierno no encuentra como mentirle a sus seguidores y buscan un espacio para entretenerlos y mantenerlos hipnotizados con un socialismo decadente.
Los temas de la escasez, la inseguridad, la violación a los Derechos Humanos, la censura a los medios de comunicación, la corrupción y el vencimiento de la pobreza no fueron temas prioritarios para el III Congreso del PSUV, es decir solo fue pura ideología y adoctrinamiento, no la concientización de tener un mejor país.
Yael pueblo sabe quiénes arruinaron al país y se robaron sus riquezas. Son muchos los incautos que vinieron a Caracas desde los lugares más recónditos del país, unos usaron chalanas, carros, caballos y carros para salir de sus respectivos lugares y ponerse a la orden de una moribunda revolución que se inventó un acto para brindar y comer con sus delegados, pero no para construir la patria que se merece el Libertador Simón Bolívar.
Ver a esos dirigentes seguir luchando en medio de un caos, me parece una inmoralidad del tamaño del cielo. Creer que van a interpelar a Ministros parece un cuento de niños, el PSUV es una cofradía, un club de amigos, esos no permiten contraloría alguna, solo buscan enriquecerse en nombre de un pueblo.
Es el momento preciso para enviarle un mensaje a los chavistas para que reflexionen y no se dejen seguir engañando por los jerarcas del gobierno, que tienen guisos con empresas de maletín, respaldan a narcotraficantes, tienen obras inconclusas y han regalado todas nuestras riquezas a otros países sin ningún tipo de beneficio.
Podrán seguir haciendo Congresos pero mientras no cambien esa mentalidad mediocre de hacerle culto a la pobreza no saldremos de abajo. Hacen falta más compromisos para generar empleos dignos, incentivar la inversión extranjera, generar oportunidades para que nuestros jóvenes tengan futuro y no se vayan del país por falta de oportunidades.
La conclusión que nosotros podemos sacar de las conclusiones del III Congreso del PSUV es que perdieron su tiempo y se engañan como el ciego que ayuda a otro ciego a cruzar una calle. Los próximos congresos deben ser para vencer la pobreza y cambiarle la mentalidad de derrotado a los venezolanos por la de un país de triunfadores y ganadores
Félix Velásquez