La posible venta de la petrolera Citgo por parte de Petróleos de Venezuela S.A. ha causado numerosas dudas sobre las consecuencias de deshacerse de la mayor filial de la compañía venezolana en el extranjero, reseña Associated Press.
Sin embargo, los analistas apuntan a que las necesidades urgentes de recursos que tiene el gobierno venezolano podrían presionar la transacción.
El surgimiento en las últimas semanas de versiones sobre la posible venta de Citgo han centrado la atención en la compañía con sede en Estados Unidos, que tiene tres refinerías en Louisiana, Texas e Illinois, con capacidad para procesar 749.000 barriles diarios de crudo, y una red de unas 6.000 estaciones de servicio en 27 estados.
Aunque el ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa Rafael Ramírez, insistió la víspera que Pdvsa no tiene “ningún apuro” en vender Citgo, algunos analistas coinciden en que la venta pudiera representar para el gobierno del presidente Nicolás Maduro una “buena oportunidad” para ingresar a corto plazo más de 10.000 millones de dólares y dedicarlos a solucionar parte de los problemas fiscales.
Juan Carlos Sosa Azpúrua, profesor universitario y editor jefe de la publicación petrolera Energizando Ideas, afirmó que el gobierno venezolano está “desesperado” por conseguir efectivo para atender su déficit fiscal y que esa situación se ha complicado porque a las autoridades “les cuesta cada vez más conseguir dinero en buenas condiciones crediticias” debido al deterioro de la percepción de riesgo del país.
Analistas y bancos de inversión estiman que el país enfrenta un déficit fiscal superior al 10% del Producto Interno Bruto. Las finanzas del gobierno se han complicado en los últimos meses debido a mayores gastos y una merma en los ingresos petroleros. El petróleo genera cerca del 96% de los recursos que recibe el país por concepto de exportaciones.
Sosa Azpúrua dijo a la AP en entrevista telefónica que la venta de Citgo puede darle al gobierno entre “10.000, 12.000 millones de dólares”, lo que le significaría un “respiro financiero” a corto plazo, pero sostuvo que a mediano plazo sería “lamentable” para Venezuela porque perdería un importante activo y una fuente importante de ingresos.
El analista explicó que de los 2,4 millones de barriles diarios que produce Venezuela, una buena parte se va en consumo interno (unos 800.000 barriles) y a cumplir los acuerdos que tiene con China, Petrocaribe y Cuba, y que los “únicos barriles que se venden con ganancia neta” son los 800.000 barriles diarios 1ue se colocan a través de Citgo en el mercado estadounidense.
“Si Citgo se vende, para colocar ese petróleo tendríamos que depender de un tercero, y si ese tercero no nos quiere comprar el petróleo entonces se va a dificultar muchísimo la colocación porque hay muy pocas refinerías capaces de procesar la mayoría de nuestro crudo, que es pesado y extra pesado”, agregó.
Venezuela, uno de los principales exportadores de crudo de la región, enfrenta una crisis económica caracterizada por una galopante inflación, que alcanzó en mayo una tasa anualizada de 60,9%, problemas de abastecimiento de algunos alimentos y otros bienes básicos y dificultades de producción en algunos sectores básicos generadas por el retraso del gobierno en la entrega de divisas necesarias para importar materias primas, insumos y equipos.
Por FABIOLA SANCHEZ/ Associated Press