Tras la muerte del actor Robin Williams, a los 63 años, comienzan las preguntas sobre qué ocurrirá con el legado del artista, siendo su herencia uno de los asuntos a resolver.
A diferencia de lo acontecido con otras figuras que perdieron la vida, la estrella ya en 2009 dejó estipulado una forma de entrega a sus tres hijos del dinero que logró acumular durante sus años de trabajo.
Según detalla lanacion.com.ar, los herederos del actor son tres: Zachary (31 años), Zelda (25) y Cody (22), los cuales recibieron un tercio del monto total que poseía Williams -que se estima en 130 millones de dólares- cuando cada uno cumplió 21 años.
A los 25 años, los dos mayores lograron acceder a la mitad del total, mientras que el resto del dinero heredado se completará a los 30 años.
Esta particular forma de repartir el dinero, de acuerdo a la publicación, radica en un deseo del actor, quien deseaba que sus hijos contaran con un fondo para usar se encontrara vivo o no el actor.
A pesar de la abultada cifra, Robin Williams en 2012 puso en duda la veracidad de esta cifra, ya que argumentó que sus dos procesos de divorcio lo habían dejado -literalmente- en la bancarrota.
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