Cada vez que hay una cadena nacional, los medios de comunicación no sólo ven interrumpida su programación sino que los anunciantes pierden la oportunidad de promocionar sus productos y, dependiendo del convenio que tengan con el medio, también podrían perder el dinero invertido en el comercial, publica Infobae.
Entre el 1° de enero y el 14 de agosto el presidente Nicolás Maduro apareció en cadena nacional en 70 ocasiones, totalizando 120 horas y 51 minutos, lo que es igual a 7.251 minutos. Si se multiplica ese tiempo por el valor del minuto de publicidad en televisión (casi u$s40.000), el costo aproximado de las cadenas nacionales en 2014 llega a los 1.500 millones de bolívares, o aproximadamente 240 millones de dólares.
Con ese monto se podría pagar el salario mínimo (675 dólares) a 422.111 personas o 453.912 canastas alimentarias, que según el presidente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Elías Eljuri, costaba en junio “alrededor de 4.000 bolívares.
A su vez, la ONG Monitoreo Ciudadano lleva sus propias cuentas a través de la herramienta el Cadenómetro, que está disponible en su página web.
El registro del Cadenómetro totaliza casi 300 horas en 99 cadenas presidenciales, aunque en su registro la ONG incluye todo lo que el régimen chavista pone en cadena: los Notipatria, los resúmenes de las cadenas transmitidas, los micros institucionales, películas y las transmisiones en vivo.
En un conteo aparte, Monitoreo Ciudadano cuenta las transmisiones de actos presidenciales y del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela que hace la cadena Venezolana de Televisión (VTV): 571 horas, 42 minutos y 58 segundos hasta el 9 de agosto.
El coordinador de la ONG, Andrés Cañizález, expresó su preocupación ante la posibilidad de que los venezolanos se hayan acostumbrado a las cadenas presidenciales y no reparen en su impacto, costo y violación de la libertad de expresión e información que representan, según publica el periódico El Nacional.
“Si Maduro o su gobierno tuvieran que comprar el tiempo al aire, tendría que pagar altísimos costos. Éste es un tema que lamentablemente se ha vuelto cotidiano, y ni siquiera los opositores lo ponen sobre la mesa de discusión. Pareciera que la gente se acostumbró a una práctica violatoria de los derechos, algo que es preocupante, agregó Cañizález.
Sólo lo paró el fútbol
Entre el 12 de junio y el 13 de julio se jugó en Brasil el Mundial de fútbol, y en ese período Maduro “apenas” estuvo cuatro veces en cadena nacional, el número más bajo del año en un mes para el mandatario.
El promedio mensual de transmisiones obligatorias para radio y televisión entre enero y julio fue de 10, siendo febrero, marzo y abril los meses pico, con 19, 16 y 11 emisiones respectivamente.
Cañizález afirmó que un comportamiento tan diverso sirve para probar que el uso de ese recurso es discrecional y no atiende a razones de Estado, como debería ser.
“El Gobierno entiende que las cadenas nacionales fastidian a la gente, y la mejor muestra fue la fuerte reducción de las cadenas en el mes del Mundial. Incluso los días feriados que cayeron en la etapa del Mundial, el 24 de junio y el 5 de julio, se transmitieron cadenas entre los partidos pero nunca durante los horarios de los juegos”, concluyó el coordinador de Monitoreo Ciudadano.