En los primeros meses de 2010, en ruta hacia las elecciones parlamentarias de aquel año, se conformó un movimiento con ese nombre: “Ciudadanos por la Unidad”, integrado por gente de muy diversos oficios y profesiones, activos en la lucha por el cambio democrático aunque sin militancia partidista (pero tampoco cultores de esa bobería dañina que es la anti política). Fue un modo de ayudar y apoyar. De darle fuerza a la Unidad y a sus candidaturas. De contribuir y sumar. Se hicieron actos y eventos. Se recorrió buena parte del país. Se difundió un mensaje en positivo de participación. Algo se pudo contribuir con aquel magnífico 52% de votos que además de elegir 60 y tantos diputados, mostró como crecía la alternativa democrática pese a todo el ventajismo y el abuso de poder.
El pasado jueves, en Caracas, participamos en un acto de “Ciudadanos por la Unidad”. Unos cuantos de los de 2010, tomaron la iniciativa de movilizar de nuevo la idea. Sin dinero ni recursos, pero con el deseo de sumar, nos convocaron. Y con algo de invitación directa o mediante las redes, casi sin medios de comunicación -como es ahora en este país de la censura y el #CercoMediáticoRojo- reunieron a 300 o 400 personas. Periodistas, profesores universitarios, ex rectores, dirigentes juveniles, luchadores sociales de comunidades caraqueñas, dirigentes con trayectoria de lucha sindical, gremialistas.
Ciudadanos por la Unidad no es “contra nadie”. Justo lo contrario. Es para sumar y ayudar a la Unidad respetando la diversidad y pluralidad. De hecho, entre los organizadores, gente independiente, hay visiones con matices diferentes acerca de los acontecimientos de los meses precedentes. De eso se trata la Unidad. No es del pensamiento único sino de unir esfuerzos entre quienes tienen cosas esenciales en común: democracia y progreso y sin embargo, enfoques con diferencias en ideologías y posturas políticas.
En la convocatoria misma y en las intervenciones de los que fuimos ponentes habían algunas definiciones básicas y esenciales compartidas en forma unánime: 1.- Reiterar la ruta y condición democrática de la Unidad 2.- Plantear un norte nítido de buscar el triunfo en las elecciones parlamentarias del año próximo con listas en Unidad y sólida organización. 3.- Contribuir a que funcione plenamente la Unidad de TODAS las fuerzas políticas representadas en la Mesa de Unidad. 4.- Destacar la especial importancia de la lucha social en todos los ámbitos (trabajadores, comunidades, gremios, universidades, etc). 5.- Respeto a todos y respeto a la pluralidad. 6- Rechazó activo a la censura, a la represión, a la persecución.
En mi caso, como en el de algunos otros participantes, junto con reafirmar el apoyo a la Unidad y a la ruta democrática -clave para haber crecido tanto a partir de 2006- así como a fijar una estrategia nítida hacia las Parlamentarias de 2015, hicimos énfasis en el apoyo y relevancia de la lucha social de los trabajadores, sus conflictos y protestas por los derechos laborales. De las comunidades populares por la calidad de vida, los deteriorados servicios públicos, la criminalidad. De la juventud universitaria, de los gremios. Esa lucha social es un asunto esencial sin lo cual la Unidad quedaría despojada de contenido. Y que ese debe ser un esfuerzo especial tanto de Ciudadanos por la Unidad, como de los partidos políticos y de todos.
La Unidad es y debe apuntar también a todos los venezolanos y no solo a los opositores. El encuentro con cientos de miles de venezolanos que estuvieron o aún simpatizan con lo que genéricamente se le llama “chavismo” es una condición indispensable de cualquier propósito de cambio democrático. Ni la exclusión, ni la intolerancia o el revanchismo pueden ser características de ninguna fuerza de cambio democrático. Tampoco la actitud del “perdonavidas”. Uno no puede parecerse a lo que quiere cambiar. Algo de todo eso dijimos y dijeron otros.
En el acto participaron como organizadores, moderadores, presentadores y ponentes, entre otros, Jesús “Chúo” Torrealba, Alonso Moleiro, Carlos Raúl Hernández, Kiko Bautista, Valentina Quintero, José “Bonavena” Quintero (Pro-Catia), María Isabel Puerta, León Arismendi, Leonardo Morales, Ángel Rangel, Kiomara Scovino (líder vecinal), Sergio Dahbar, Ricardo Ríos, Cruzmila Ramos y Marcos Ruiz (Sindicato de la Prensa SNTP). Se sumaron mensajes leídos de Pompeyo Márquez y Ramón Guillermo Aveledo (ambos largamente ovacionados de pie) así como de varios dirigentes vecinales de zonas populares de Caracas y de la viuda de Franklin Brito. Siempre positivamente intensa -ahora en rol de magnífica cronista- la activista ciudadana Olga K y se hizo sentir la presencia de, entre otros, Américo Martín, Benjamin Scharifker, Giuseppe Gianetto, Pablo Antillano, José María Cadenas, Yajaira Forero, Celina Carquez, Sergio Antillano, En fin: un paso adelante. Eso creo.
Ojo. No muy abundante difusión en los medios. Así parece que serán los tiempos por venir hasta lograr el cambio, de modo que todos tenemos que multiplicar nuestra voluntad de buscar la información en las redes, en los portales digitales, en los nuevos medios de radio y TV vía internet y en los periódicos y radios que aún quedan resistiendo.
Público & Confidencial
Damián Prat C
@damianprat (en twitter)