La crisis económica ocasionada por el burocrático control cambiario no da treguas. Establecimientos comerciales de diferentes sectores están padeciendo el embate más fuerte que se haya conocido. Las posibilidades para importar los productos que solían exhibir son casi nulas. Es una realidad que está ganando terreno en las tiendas de repuestos automotores. Con sus inventarios en cero, algunos ya han decidido cerrar sus puertas. No tiene sentido seguir con las santamarías arriba si los clientes no tienen ninguna opción de compra, así lo reseñó El Carabobeño.
Dayrí Blanco
Sin nada en sus vitrinas, los dueños de un negocio de partes automotrices en San Diego sellaron la exhibición con papel periódico. Un aviso deja clara la situación. “Cerrado por tiempo indefinido”. Otro cartel complementa la información: “No hay inventario”. El local tenía cerca de tres años ofreciendo a sus clientes productos originales. La fábrica que lo surtía ya tiene un año sin producir. Sin oportunidad de poder acreditarse divisas a través de los mecanismos establecidos por el Estado, la única opción de los propietarios fue cerrar.
Desde la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores, Favenpa, se advirtió recientemente que el mercado de reposición de repuestos al parque automotor está seriamente comprometido. La producción del sector ha registrado una considerable disminución del 13%. La mayoría de estas empresas no tienen materia prima para poder fabricar y atender las necesidades de la población de vehículos que circula en Venezuela. Algunas compañías están trabajando tres días a la semana en lugar de cinco, y otras han cerrado al no contar con insumos para fabricar.