LA QUIEBRA DE UN PAÍS:
Ya pareciera no haber excusas para demostrar que el plan del Atila del Siglo XXI, uniformado de militar o de miliciano cubano, para destruir Venezuela estuvo diseñado y no obedeció solo a la improvisación, ineficiencia o corrupción de unos trasnochados que quisieron “lavarle la cara” al fracasado comunismo de la URSS o su interminable remedo en la chupa-dólares isla de los Castro. Terrible para su designado sucesor no poder echarle la culpa de que sus polvos trajeron estos lodos. La encuesta de Coyuntura Industrial encargada por Conindustria, en la que la ausencia de cifras oficiales no oculta la realidad sectorial, demuestra como desde 1998 hasta hoy el deterioro ha sido galopante. Tan solo entre los mismos trimestres de 2013 y 2014 la disminución en producción va en los distintos sectores desde un 50% a un 75%; las respuestas negativas de los industriales de un 42% a un 83% indicando la caída de inventarios en grandes, medianas y pequeñas empresas así como la capacidad utilizada en cada una de ellas.
Se hace evidente que el gobierno nos miente cuando habla -una vez más- de guerra económica al ver lo factores que restringen el aumento de la producción venezolana: 87% obedece a la falta de divisas; 86% a falta de materias primas; 82% a la incertidumbre y así continúan en términos decrecientes los controles de precios, la baja demanda, el racionamiento eléctrico, las maquinarias y equipos fallos y no repuestos, la falta de mano de obra, la de financiamiento, los conflictos laborales, la competencia con los productos importados (sin pago de aranceles o dentro de los convenios del gobierno) y el acceso al mercado exportador. En general el común denominador revela la situación negativa del parque industrial al calificar de regular a mala la situación que se vive. Un 65% reporta que su producción cayó mucho en el trimestre; los inventarios muestran el peor resultado desde 2004; la capacidad utilizada cayó al 50%; el 86% mantiene expectativas negativas para el próximo trimestre y el 44% señaló que no invertirá en 2014. Mientras eso sucede el gobierno disfraza de rojo, con gorra y chaleco nuevos, a ministros y funcionarios de medio pelo, sin la más mínima idea del trabajo que le encomiendan y donde arrancan culpando y amenazando al sector productor venezolana. Lástima y pena ajena provocan. Se parecen a los niñitos que mostró el diario Tal Cual quienes dentro del plan vacacional oficial son llevados a “recrearse” ante la tumba del líder ausente en el Cuartel de la Montaña al mejor estilo de la Norcorea de Kim-Jong-un…
MEDIO
¿GIRARÁ EL TIO VIVO ROJO?:
Escribo estas líneas antes de que conozcamos si Maduro por fin se atrevió al cacareado “sacudón” como lo anunciaba hace días. Los negocios de Cencoex -como “desfalco continuado” lo catalogaron en su rueda de prensa las corrientes del PSUV Punta de Lanza y Marea Socialista- parecieran tumbar la cabeza del ministro Fleming quien como buen compadre del vicepresidente Arreaza ( es el padrino del “gallito”) no sería castigado sino devuelto al ministerio de Turismo para supuestamente regresar a Izarra al ministerio de “des-información” ante las arbitrariedades de Eloina quien si no consigue la cancillería iría a la embajada venezolana en Londres. Entre rumores impera el deseo de reducir el número de ministros y viceministros que obligaron a crear 18 cargos extras por cada uno de ellos, desde asistentes (y “asistentas”) hasta guardaespaldas, motorizados (y motorizadas), choferes (y choferas) y secretarios (y secretarias) !Que chévere!
MENSAJE:
Apuesto a que el ministro de Energía Eléctrica no lo sabe. Dándole el beneficio de la duda le señalo la corrupción que dentro de un grupo de funcionarios de Corpoelec vive a expensas de los vecinos de Alto Hatillo, Oripoto, La Lagunita, Las Marías y El Hatillo por solo mencionar las zonas en las que los afectados me han informado. Resulta que solo las vías principales de esas urbanizaciones tienen iluminación pública mientras que las calles y bocacalles que de ellas se desprenden viven en la penumbra desde hace más de un año. La razón es que supuestos “contratistas y/o funcionarios” se acercan a los vecinos pidiendo una coima bien sea para reconectar el servicio, para cambiar los bombillos quemados del alumbrado o para alertar que tienen dominada la empresa y si se quejan tendrán establecida una permanente oscuridad. Ingenieros independientes han demostrado que lo que han hecho es bajar las cuchillas o desconectar las conexiones. Vale la pena que investigue. Hay miembros del Sistema de Orquestas, donde Chacón es directivo, que le pueden dar fe de los casos…