Los ajustes de la política venezolana para resolver las restricciones cambiarias y enfrentar las distorsiones fiscales y macroeconómicas han sido lentas y limitadas, llevando a que continúe la escasez de divisas y deteriorando las perspectivas de crecimiento y la alta inflación, según un informe especial publicado el miércoles por la agencia Fitch Ratings, reseña Reuters.
“Las perspectivas de ajustes en las políticas para reducir la inestabilidad macroeconómica y fortalecer la hoja de balance de Venezuela no parecen prometedoras pese a la introducción de un sistema cambiario de tres puntas y la devaluación de hecho de la moneda local a principios del 2014”, dijo Erich Arispe, director del Grupo Soberano Latinoamericano de Fitch.
Adicionalmente, las políticas económicas de Venezuela tienden a ser difíciles de pronosticar, donde el momento y el tipo de futuros ajustes dependen del calendario electoral, así como de las presiones sociales y políticas.
“La falta de ajustes sostenidos y coherentes de la política podrían llevar a una mayor erosión de los colchones externos, de la inestabilidad financiera y macroeconómica, y fortalecer el riesgo de malestar social ante la polarización política del país”, agregó Arispe. Esa situación sigue socavando el perfil crediticio del país, como se refleja en la baja de la calificación de Fitch para Venezuela en marzo a ‘B’, así como el mantenimiento del panorama Negativo.
Políticas fiscales expansionistas siguen alimentando la inflación y reduciendo la credibilidad de la política cambiaria. Mientras que la devaluación probablemente beneficiaría los ingresos fiscales de Venezuela, las presiones de gastos y la alta inflación amenazan con erosionar cualquier avance en el segmento de ingresos. Adicionalmente, la alta inflación ha llevado a que continúe la sobrevaluación de la tasa cambiaria, aplanando las métricas de la deuda venezolana y suministrando limitados beneficios de crecimiento por los ajustes del tipo cambiario.
Mientras que los controles del Gobierno venezolano sobre los flujos cambiaros derivados del petróleo han dado a las autoridades cierta flexibilidad para sus políticas en el pasado, menores precios del petróleo, el debilitamiento de la liquidez externa, una economía que se contrae rápidamente y mayores tensiones políticas internas han reducido la capacidad de Venezuela para enfrentar las crecientes presiones macroeconómicas y externas.
El informe especial de Fitch se puede ver en fitchratings.com