No hay genio de la lámpara al que pedir un deseo y que ella vuelva a caer rendida a tus pies. Pero si hay algunas técnicas, no infalibles, que pueden ayudarte en esta misión imposible. Hasta para Tom Cruise sería complicado superar la prueba.
Si empezamos por el principio hay que rescatar una noticia publicada en The Guardian hace relativamente poco. Un hombre, no se ha revelado su identidad, fue arrestado por llamar y mensajear a su ex en más de 21.807 ocasiones. Quiso demostrar que quien la sigue la consigue y se dio con la puerta en las narices.
Lo peor que te puede pasar es agobiar a tu ex hasta tal punto que sólo con pensar en ti le dé vomitera. No te acerca a ella, pone una barrera de contención que jamás lograrás solventar.
¿No puedes vivir sin ella? Lo sabemos, pero te callas. Dar pena nunca ha sido una buena opción y menos cuando se trata de recuperar su amor. Si tu deseo es sentirla de nuevo y así se los has transmitido, ella ya puede intuirlo, no hace falta que se lo dejes claro cada media hora.
Es normal que no dejes de pensar en cada momento íntimo que has protagonizado con ella, cada subida y bajada de la cama, cada sujetador en la cocina y cada corbata en el baño, pero no caigas en el error de decírselo cuando la tensión se corta en el aire. Pensarás que sólo necesitas volver con ella por ese motivo.
Tendrás que mantener conversaciones largas, justo lo que buscas, pero será cuando ella quiera. Acepta, no te queda otra si la quieres. ¿Consejo? Ármate de paciencia y mantente a la sombra hasta que ella se siente segura para empezar un diálogo contigo.
No le mandes flores cuatro veces al día ni dos veces por semana. Tiene varios elementos en contra: la casa se llena de bichos, puede que sea alérgica, puedes no acertar con las flores elegidas, su casa puede parecer una floristería y, la más importante, pensará que sólo te acuerdas de esos detalles cuando hay peleas. Tampoco te conviene.
NI bombones.
Aliarte con los miembros de su familia no es buena opción. Puede terminar desencadenando una guerra civil casera, y ya sabemos lo que pasa: gana el mejor. Y ella sigue y seguirá siendo la niña de los ojos de papá, la hermana mayor y la nieta preferida.
Si nunca has enviado una carta de amor, no lo hagas por primera vez en medio de un intento de reconciliación, puedes volver a tus 13 años creando una obra pastelosa. Ella quiere un hombre, no un adolescente.
¿Te gusta salir? Pues ya no. O al menos reduce tus visitas a los garitos de moda de la ciudad. Echar de menos y divertirte con tus amigos es totalmente compatible, pero no a los ojos de una mujer dolida. Pensará que eres capaz de olvidarte de ella fácilmente y que cuando se trata de divertirte no hay preocupaciones que valga, aunque salgas de fiesta y veas su cara en cada adoquín.
Olvida los celos. Concretamente, olvídate de darle celos. Foto que subas a tus redes sociales, foto que será analizada por ella y su equipo de amigas dispuestas a que jamás vuelva contigo. Si encima en la foto sale una chica, guapa o fea, tu condena se llama pena de muerte.