El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva manifestó hoy que la candidata opositora Marina Silva, que, según las encuestas, disputará una segunda vuelta en los comicios presidenciales de octubre con la mandataria Dilma Rousseff, no necesita decir mentiras sobre él para llorar.
“Primero, doña Marina no necesita decir mentiras sobre mí para llorar. Ella puede llorar por otros motivos”, afirmó Lula en un acto político en Sao Paulo, en respuesta a las lágrimas de la ambientalista por el supuesto ataque del exmandatario, como reportó hoy la prensa.
En el acto en favor del candidato a la Gobernación de Sao Paulo Alexandre Padilha, realizado en el periférico barrio paulista de Sampopemba, en la zona oriental de la ciudad, Lula agregó: “Nunca dejé de tener relación de amistad por diferencias políticas. Nunca hablé mal de doña Marina y voy a morir sin hablar mal de ella”.
Silva, exmilitante del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Amazonía brasileña, fue ministra de Medio Ambiente de Lula y senadora, pero se retiró de la formación por diferencias ideológicas.
Tras su repunte vertiginoso en las encuestas durante agosto, cuando asumió la candidatura del Partido Socialista Brasileño (PSB) en el lugar del fallecido Eduardo Campos, Silva pasó a ser blanco de críticas por parte del PT, de Lula y de Rousseff, que busca su reelección.
“No puedo controlar lo que Lula puede hacer contra mí, pero puedo controlar que no quiero hacer nada contra él”, declaró la ambientalista Marina Silva, llorando y visiblemente emocionada, según el diario Folha de Sao Paulo, que la entrevistó después de una jornada de campaña esta semana en Río de Janeiro.
Las críticas indirectas se han centrado en su supuesta intención de no darle prioridad a la explotación del presal, un gigantesco horizonte de reservas de hidrocarburos en el Atlántico; por la defensa de la “autonomía” del banco central y por estar apoyada por la educadora Neca Setúbal, heredera del banco privado Itaú.
La exministra de Medio Ambiente recordó sus 24 años de militancia en el PT, al lado de Lula, y la defensa que hizo del exmandatario cuando él disputó y perdió las elecciones de 1989, en la que la campaña del líder sindicalista fue objeto de un “ataque difamatorio” por parte de Fernando Collor de Mello, vencedor de esos comicios.
Todos los sondeos publicados en los últimos días coinciden en que Rousseff y Silva serán las candidatas más votadas en la primera vuelta del 5 de octubre y las elecciones se decidirán en una segunda ronda, el día 26, frente a la cual están técnicamente empatadas, con una intención de voto de en torno al 43 %.
La campaña de cara a la primera vuelta concluirá el 2 de octubre y las encuestas muestran un proceso totalmente abierto y polarizado entre los modelos que proponen ambas candidatas. EFE