Es increíble que pese a la situación de emergencia en el sector salud, el gobierno no se pronuncie, que solo diga que va a revisar lo qué sucede con la distribución de medicamentos, pero no admite que la situación es insostenible, que no está cumpliendo con el deber de garantizar el derecho a la salud a los venezolanos. En una farmacia, una señora desesperada porque no encuentra el medicamento que evita las convulsiones a su hija comentó: “es que a los enchufados le traen las medicinas en aviones privados, por eso no les importan las del pueblo “. Como ella, la gente anda desesperada, indignada ante tanta indolencia e ineficiencia gubernamental.
Y así como la escasez se presenta en el sector salud, pese a que han aumentado los precios de un gran número de productos, no se consigue carne de buena calidad, la leche a veces la hay y en otras no. El caso de los desodorantes es patético, la queja es general debido a que solo se consigue una marca y el venezolano no está acostumbrado a un desodorante único, ni nada único.
Hoy Venezuela es un disparate de país, que a nosotros mismos nos cuesta entender cómo fue que llegamos a esta precaria situación, de allí que cada uno desde su rol en la sociedad, hoy más que nunca debe impulsar los cambios que requerimos para recuperar el país y poder construir un nuevo modelo que conduzca al bienestar de todos, sin ningún tipo de exclusión.
Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv