El virus del Ébola puede convertirse en endémico en la población de África occidental y provocar en los próximos años brotes esporádicos de esta enfermedad, en especial Liberia, donde los casos y muertes por esta grave enfermedad aumentan de forma exponencial.
Isabel Saco/EFE
Este es el escenario intermedio concebido por científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Imperial College London, reputada institución académica especializada en ciencias, tras analizar la evolución de la epidemia.
Uno de los resultados más relevantes es que si las medidas de control del ébola no se refuerzan de inmediato habrá más de 20.000 infectados para fines de octubre o principios de noviembre.
Ambas entidades publican hoy en la revista científica New England Journal of Medicine un estudio conjunto al cumplirse seis meses de la primera notificación a la OMS de un caso de ébola de la actual epidemia.
“Con medidas de control parciales, el virus del ébola en la población humana puede convertirse en una característica de la vida en Africa occidental”, dijo el director de Estrategia de la OMS, Christopher Dye.
Como coautor del estudio, Dye sostuvo que ese escenario supone que la epidemia no se extinguirá en meses, sino probablemente en años, y que se convertirá “en más o menos permanente en la población humana”.
Al respecto, el artículo explica que en el mediano plazo el ébola puede convertirse en endémico entre los humanos, una posibilidad que nunca antes se había contemplado.
“El riesgo de que la expansión de la epidemia continúe y de que el virus se vuelva endémico requiere un mayor esfuerzo en la implementación de las medidas de control y el rápido desarrollo y suministro de medicamentos y vacunas”, indican los expertos en su estudio.
Dye, que presentó en rueda de prensa las conclusiones del artículo, reconoció que en tales circunstancias no se puede descartar la posibilidad de una mutación del virus del Ébola que cambie su modo de contagio.
Los expertos de distintas instituciones que han participado en el estudio consideran que si, de manera general, una persona infectada contagia a otras dos en esta epidemia, esto ocurre porque la vía de transmisión es únicamente a través del contacto directo con fluidos corporales (sudor, sangre, saliva, entre otros).
Si hubiese una mutación en ese sentido y el virus se transmitiera por el aire, como tantos otros, “estaríamos en problemas mucho más serios”, reconoció Dye.
El peor escenario para la comunidad científica pasa por un fracaso completo de las estrategias de control, lo que puede dar lugar a “decenas de miles de infectados” y empujar a los países afectados a la inestabilidad social y política, dijo el representante de la OMS.
En cambio, el éxito total de las intervenciones para la contención del ébola supondría la desaparición del virus en los humanos en cuestión de meses y su retorno a sus portadores originales: los murciélagos de la fruta.
El análisis detallado y riguroso de las informaciones recopiladas sobre el actual brote del ébola indican que aunque el primer caso se notificó oficialmente el 23 de marzo pasado, la primera persona con ébola enfermó en diciembre en Guinea Conakry, pero no fue identificada como ébola en ese momento.
Desde entones, el brote conoció tres momentos claves: en enero, cuando tuvo lugar un pequeño brote en el sur de Guinea, el segundo, entre abril y mayo pasado, cuando aparecieron casos en su capital, Conakry; y el peor, que prosigue, a principios de junio, cuando empezó a observarse “una ola gigantesca de la epidemia”, declaró Dye.
Esa ola incluyó, con la mayoría de casos acumulados, a Liberia y Sierra Leona.
De los 188 distritos que hay en total en los tres países, sólo 43 han reportado uno o más casos de ébola, y el 90 por ciento han ocurrido en 14 distritos.
Por otra parte, se ha determinado que el periodo de incubación del virus es, de promedio, de 11,4 días en los tres países y que, en todo caso, el 95 por ciento de infectados mostraron síntomas en los 21 días que siguieron a su exposición al virus.
Uno de los pilares de la estrategia de control del ébola es identificar a los contactos de los enfermos y que éstos estén bajo vigilancia sanitaria durante tres semanas hasta descartar que estén infectados. EFE