El gobierno catalán interrumpió este martes su campaña por el referéndum independentista para respetar la legalidad después que el Tribunal Constitucional español la suspendiese el lunes, al tiempo que se declaró determinado a luchar para que los catalanes puedan votar. AFP
“Ayer no se acabó nada, hay una situación evidentemente procesal que no pasamos por alto” pero “la determinación del gobierno es continuar”, afirmó el portavoz del ejecutivo regional, Francesc Homs, en rueda de prensa en Barcelona.
El gobierno liderado por el nacionalista Artur Mas “presentará alegaciones en un tiempo récord” ante el Tribunal Constitucional con la esperanza de que éste, que el lunes admitió recursos de Madrid contra la consulta, acabe dándole la razón.
La admisión a trámite de los recursos provocó automáticamente la suspensión provisional de la ley de consultas aprobada el 19 de septiembre por el parlamento regional catalán y del decreto firmado el sábado por Mas convocando la consulta sobre la independencia para el 9 de noviembre.
“Pensamos que ésto no se prolongará en el tiempo”, afirmó Homs, precisando que el ejecutivo catalán pedirá el “inmediato levantamiento” de la suspensión.
Mientras tanto, suspende por su parte acciones que incluyen “la campaña institucional” para respetar la legalidad, precisó. “Lo que no podemos hacer, en el contexto en el que estamos, es poner contra las cuerdas a los funcionarios de la administración”, explicó.