Las 10.000 palomas liberadas en la ceremonia de celebración del Día Nacional de China el miércoles fueron sometidas a un escrutinio poco habitual, se revisaron las plumas y el ano de cada una buscando materiales peligrosos, dijeron reportes en medios estatales, reflejando el miedo de gobierno ante posibles ataques, reseña Associated Press.
Los símbolos de la paz fueron lanzados al amanecer en corazón simbólico de Beijing, la plaza de Tiananmen, en una ceremonia por el feriado del 1 de octubre que recuerda el 65 aniversario de la fundación de la República Popular de China.
10,000 pigeons go through anal security check for suspicious objects Tue, ready to be released on National Day on Wed pic.twitter.com/HitEpLMv8o
— People’s Daily,China (@PDChina) septiembre 30, 2014
El agente de policía nacional en la capital china Guo Chunwei fue citado por el Jinghua Times diciendo que trabajadores comprobaron las alas, patas y ano de cada paloma antes de tiempo para asegurarse que “no portaban material sospechoso”. Todo el proceso fue grabado y, tras el examen, los pájaros fueron cargados en vehículos sellados para llevarlos a la plaza de Tiananmen, dijo el diario.
Una información similar apareció en el Beijing News, y el People’s Daily tuiteó en inglés: “10.000 palomas pasan comprobaciones de seguridad anales por objetos sospechosos el martes, listas para ser liberadas en el Día Nacional el miércoles”.
Las informaciones— que no dijeron de qué material sospechoso podría tratarse— obtuvieron respuestas divertidas y burlonas de algunos lectores chinos y muchas páginas de noticias, incluyendo el sitio web de Beijing News borraron más tarde el reporte. Sin embargo, los tuits de Jinghua Times y People’s Daily seguían siendo visibles a mediodía del miércoles (hora local).
Las medidas de seguridad reforzadas reflejan el aumento de la preocupación por la violencia tras una serie de ataques de los que se culpó a insurgentes separatistas de la región donde vive la minoría musulmana uigur, así como explosiones de autobuses y ataques aleatorios fulminantes atribuidos a individuos descontentos. El pasado octubre, un coche con tres iugures arremetió contra la multitud frente a la Puerta de Tiananmen, en el centro de Beijing, antes de detonar explosivos que terminaron con sus vidas y las de otros tres transeúntes.
Las autoridades de Beijing también están desplegando helicópteros de la policía para vigilar puestos de control en autopistas, carreteras de circunvalación dentro de la ciudad, las principales intersecciones y áreas con tráfico pesado, incluyendo lugares turísticos populares como la Gran Muralla y el Palacio de Verano, dijo Beijing News. La capital también ha movilizado a 850.000 ciudadanos voluntarios para ayudar a mantener la vigilancia en una urbe con unos 20 millones de habitantes, añadió el diario.