La 14ª cumbre de premios Nobel de la Paz, prevista en Ciudad del Cabo del 13 al 15 de octubre, ha sido anulada después de que las autoridades sudafricanas denegaran un visado al dalai lama, informó el ayuntamiento de esta ciudad el jueves.
Por su parte, en una ceremonia celebrada en Dharamsala (India) este jueves, el líder tibetano estimó que las autoridades sudafricanas habían “abusado de una persona sencilla”.
“Los premios Nobel y las instituciones laureadas que participaban acordaron, ante la ausencia de visado para el dalai lama, renunciar a su participación colectiva para protestar contra esta decisión” indicó el gobierno de Ciudad del Cabo, tras precisar que los participantes ya buscan otro lugar para el encuentro.
La alcaldesa de Ciudad del Cabo, Patricia De Lille, dijo estar “muy enfadada y tremendamente decepcionada”, y criticó enérgicamente al gobierno.
La víspera, Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz sudafricano, denunció la actitud del gobierno de su país, y acusó a los sucesores de Nelson Mandela de “escupirle a la cara” a su ilustre predecesor.
“No hay dudas de que hay que achacar esta situación al gobierno sudafricano”, dijo la alcaldesa en un comunicado.
La alcaldesa es miembro de la Alianza Democrática (AD), principal partido de oposición al Congreso Nacional Africano, en el poder en Sudáfrica desde hace veinte años. La AD dirige la provincia de Ciudad del Cabo desde 2009.
Por su parte, la también premio Nobel, la estadounidense Jody Williams, presente en Dharamsala, estimó que “ningún laureado está feliz con esta decisión” de anular el encuentro.
“Catorce laureados protestaron ante el presidente Zuma, lo presionaron, le rogaron que le diera un visado a Su Santidad (el dalai lama) para que pudiéramos estar todos juntos y celebrar en Sudáfrica el legado de Nelson Mandela”, agregó.
“No pudimos ir y el mensaje que estábamos mandando (…) era un mensaje de protesta contra China. Era un mensaje de protesta contra los gobiernos que venden su alma y su soberanía a China, como hizo Sudáfrica”, agregó, bajo los aplausos de cientos de refugiados tibetanos.
Desde que el presidente Jacob Zuma llegó al poder en Sudáfrica en 2009, es la tercera vez que se le da este trato al dalai lama, acusado por China de querer la secesión del Tíbet.
Bajo la presidencia de Zuma, el país ha optado por una diplomacia prochina, y más en general al servicio de sus intereses económicos, orillando la cuestión de los derechos humanos, que defendieron los presidentes Nelson Mandela (1994-99) y Thabo Mbeki (1999-2008).
La cumbre de los premios Nobel de la Paz debía celebrarse por primera vez en Sudáfrica, y debía estar dedicada a la memoria de Nelson Mandela, fallecido en diciembre del año pasado.
A título de comparación, Desmond Tutu recordó que en su tiempo, Mandela desoyó las recomendaciones de Estados Unidos, cuando le exigía que cesara su amistad con los dirigentes de Libia, Muamar Gadafi, y de Cuba, Fidel Castro.AFP