Para nadie es un secreto, la victoria presidencial de la revolución en 1998 significo la explosión de necesidades de cambios y expectativas frustradas durante años por las políticas liberales y neoliberales aplicadas en los gobiernos de la Cuarta República, desde ese primer momento que fue desplazado del escenario nacional los partidos tradicionales y otras organizaciones mediadoras, emergía una nueva esperanza que apuntaba en desaparecer las murallas de la corrupción y la exclusión social que distanciaban al pueblo del bienestar y la justicia social. En su lugar quedaba el Estado representado por el presidente Hugo Chávez, las Fuerzas Armadas y un partido político (PSUV).
¿Se inicia la precampaña parlamentarias 2015? Por supuesto que sí, Nicolás Maduro, lo refrenda en sus alocuciones cuando le pide al pueblo revolucionario debe preparase desde ya para obtener “una victoria contundente” en las próximas elecciones a la Asamblea Nacional (AN), que se llevarán a cabo el próximo año. Por primera vez la oposición, según la mayoría de los estudios de opinión en intención de voto supera al oficialismo, mientras los llamados Ni-Ni o los indiferentes, es un bloque que sigue moviéndose con números significativos para decidir cualquier contienda electoral.
Después de la derrota que sufrió el oficialismo en las elecciones de Colegio Ingenieros, por cierto una muestra relevante para medir la percepción del electorado venezolano en sus intenciones de voto, el chavismo está llamado a reagrupar sus fuerzas y reorientar sus velas para tratar de llegar a puerto seguro en el 2015, parte de la oposición aun disfruta la dulce victoria gremial, los rojos callan y piensan…
En el escenario parlamentario 2015, la MUD seguramente mantendrá sus fórmulas para escoger a sus aspirantes a través de consensos y primarias, mientras el oficialismo se afianzaría en su cultura de la “Dedocracia”, método con resultados traumáticos para mantener y consolidar la unidad dentro del Gran Polo Patriótico.
Hay que reconocer y sin entrar en profundos análisis lógicos, en los eventos electorales más significativos y trascendentales para el país, el oficialismo le ha ganado en estrategias y tácticas a la oposición. Ciertamente, muchas son las fisuras de la revolución bolivariana está añejada y sin mucha efectividad para captar nuevos votantes, son 14 años vinculados a continuas equivocaciones, realidad que no le asegura como en tiempos anteriores cómodas victorias. Mientras la oposición en muchos de los circuitos electorales – blindados por el oficialismo – aún se encuentra atrapada en su propio laberinto y no le permite conectar incluso con sus propios electores.
La significación que tienen los diversos hallazgos que se manifiestan en nuestros estudios de opinión, la gente revela sin miedo que se cansó de los sermones violentos, de dividirlo entre burgueses y pobres, los desaciertos del régimen son culpa del imperialismo, también están disgustados con algunos discursos y acciones de ciertos líderes opositores… aunque en tiempo de Chávez resultó muy positivo esos soberbias alocuciones con toda la intencionalidad de desmarcarse de ciertos errores y más en épocas de elecciones, sin embargo, en este momento histórico existe una inconformidad tangible hasta en los propios colectivos rojos quienes admiten que la situación en el país a nivel económico esta compleja. Todos los circuitos electorales para el oficialismo serán desafíos, lo que está en juego es el Socialismo de Siglo XXI.
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