La nevera es un electrodoméstico que, fácilmente, adquiere malos olores en su interior. En diversas ocasiones, los alimentos instalados pueden encontrarse en mal estado y desprender olores fuertes que invaden todo el espacio.
El primer paso es desenfuchar y descongelar tu nevera. Saca todo. (OJO: no debes lavarla con cloro y desinfectante, porque luego tus alimentos se contaminarán).
Lo ideal es lavarla con agua y bicarbonato de sodio (si puedes hacer una mezcla gruesa, mejor). Esta mezcla limpiará y eliminará manchas y malos olores.
Una vez seca, devuelve todo los alimentos limpios a su puesto y, para que no se repita lo del mal olor, prueba con meter un plato con alguno de estos materiales absorbe-olores.
Déjalos una noche entera o un día completo para mejores resultados:
-Bicarbonato de sodio (es el más efectivo y recomendado)
-Limones cortados a la mitad con clavitos de olor incrustados en la pulpa
-Zumo de limón
-Café molido
-Borra de café (si no te gusta el olor a café, descarta esta opción y la anterior)
-Una cebolla cortada a la mitad (dájala solo una noche y abre la nevera para que se escape el olor a cebolla una vez que esta haya hecho lo correspondiente)
-Algodón empapado en vainilla
-Papel periódico húmedo
-Pan duro
-Trozo de carbón vegetal