Ante la escasez de baterías para vehículos, a los conductores de la zona sur no les queda otra alternativa que esperar largo tiempo o madrugar frente a los establecimientos para ver si corren con suerte y compran el dispositivo para su automóvil, publica El Tiempo.
La existencia de los acumuladores es prácticamente nula en los locales comerciales de El Tigre y Guanipa.
“Llevo una semana tratando de comprar una batería de 700 amperios para mi carro Neón”, comentó el conductor José Pérez mientras esperaba concretar su compra en un centro de distribución en Guanipa.
“Llegará un momento en el que andaremos como los Picapiedras, pero no importa, estamos contentos porque tenemos Patria”, ironizó.
Cada comprador vive su propia odisea
Eliber Acevedo relató que lleva 15 días tratando de comprar la batería para su Ford Focus y no lo ha logrado porque le obligan a llevar el automóvil. “¿Cómo lo muevo? estoy buscando una prestada, pero si no lo logro, tendré que pagar una grúa”.
A las 4:00 de la madrugada, Danny Torres salió de Anaco hacia el centro de ventas en Guanipa y se anotó de número 30 en la lista de compradores. “Me vine para acá porque en Anaco especulan con los precios”.
El taxista Fernando García señaló que arribó al lugar antes de las 5:00 de la mañana y se encontró con el bululú. “Conseguí una batería prestada y con ella he podido trabajar porque se me ha hecho difícil comprarla”.
El chofer de El Tigre, Rubén Torres, se quejó de que desde hace un mes ha intentado adquirir el producto y ha resultado infructuoso. “Esto es un solo despelote, tengo mi carro Sierra parado y no aguanto más”.
Otra que ha pasado momentos de angustia es Zulima Alcalá, quien durante seis días ha hecho la cola y no ha tenido suerte. “Tengo un Malibú y no hay el modelo adecuado. Me dijeron que lleve una de menor amperaje, voy a probar”.
Silvestre López, chofer de una camioneta Tucson, dijo que en esa tienda de Guanipa es la única parte donde consiguen las baterías a precios regulados porque en otras partes están más caras o no hay.
El presidente de la Cámara de Transporte de El Tigre, Franklin Alcedo, se quejó de que la escasez afecta a los trabajadores del volante porque a veces se paralizan mientras buscan el producto. “Madrugamos, compramos con sobreprecio o por los caminos verdes”.