Lapatilla
La gran persecución hoy desatada
contra aquel que pronuncie el nombre Serra
jamás se había visto en nuestra tierra,
debe ser por lo tanto, explicada.
Aunque es fácil encontrar una razón
lo que abundan son simples conjeturas,
pocas claras y algunas muy oscuras,
que no ofrecen ninguna explicación.
Se percibe al gobierno confundido
pues el control de sus huestes ha perdido
y hay fuego cruzado entre ellas;
y para colmo el usurpador
finge ser en T. V. el inspector,
por supuesto “Clouseau”, borrando huellas.
Oswaldo Páez-Pumar