La tormenta de nieve que mató a decenas de personas en Nepal es una “llamada de atención” para la industria del senderismo y los turistas que ascienden a veces a las cimas más altas sin estar preparados para hacer frente a peligros mortales, indican expertos.
Al menos 26 excursionistas, guías y portadores murieron el pasado martes cuando tormentas de nieve y avalanchas golpearon la zona del Annapurna en el Himalaya, en uno de los peores desastres vividos en Nepal.
Centenares de personas tuvieron que ser rescatadas en helicóptero, algunas con síntomas de congelación, tras estar varios días en condiciones de frío intenso sin tener ropa adecuada ni refugio.
Pero, al contrario de la avalancha mortal que se produjo en el Everest a principios de año, algunos expertos consideran que este desastre se podría haber limitado si se hubiera prestado atención a las alertas sobre el mal tiempo en la zona.
“Es una llamada de atención para nosotros. Necesitamos un sistema de alerta en caso de mal tiempo y refugios de emergencia para los senderistas bloqueados”, afirmó a la AFP el portavoz del consejo de turismo de Nepal, Sharad Pradhan, mientras los servicios de rescate seguían sacando cuerpos de la nieve, casi una semana después de la tormenta.
“También es un aviso para miles de senderistas que creen que pueden ascender a 4.000-5.000 metros solos de la necesidad de hacerse cargo de su seguridad”, añadió. “Si hubieran ido con guías registrados, el número de víctimas habría sido muy inferior”.
Cada año, miles de turistas escalan el circuito del Annapurna, conocido como ruta del “pastel de manzana” por la comida que se sirve en los alojamientos que siguen el camino.
La mayor parte de las rutas son adecuadas para los senderistas inexpertos ya que siguen caminos bien delimitados, a unas altitudes relativamente bajas.
Pero el paso de Thorong La, cerca de donde murieron muchas de las víctimas, asciende hasta 5.416 metros y expone a los senderistas a las avalanchas.
“No es una excursión corriente subir al paso de Thorong La, es casi alpinismo”, explica Kunda Dixit, periodista del Nepali Times y experto en el Himalaya.
Paul Sherridan, un superviviente británico que describió la forma en que su grupo consiguió ponerse a salvo en condiciones de visibilidad nula, declaró que los senderistas fueron “llevados a la muerte” por los guías nepalíes que carecían de la experiencia para lidiar con esas condiciones.
“Creo que el incidente se podría haber evitado”, aseguró este policía de 49 años a la BBC.
El primer ministro nepalí prometió instalar sistemas de alerta por mal tiempo en las zonas montañosas más remotas.
Pero expertos afirman que se necesita mucho más para alertar sobre los peligros del senderismo en altura.
Cerca del 30% de los 200.000 senderistas que viajan a Nepal cada año lo hacen sin guías registrados, según Pradhan.
Algunos supervivientes aseguraron desconocer que se acercaba la tormenta de nieve, pese a las previsiones meteorológicas que lo indicaban.
Pero muchas de las críticas van dirigidas a las agencias de senderismo por su supuesta falta de preparación.
Tashi Sherpa, el director de una de estas agencias, que aplazó el viaje de sus clientes por las malas previsiones meteorológicas, considera que se podrían haber salvado vidas si se hubieran tomado precauciones.
Sherpa asegura que no hay que cumplir con ningún criterio específico para abrir una agencia en Nepal. “Si hablas bastante inglés y consigues convencer a los clientes, estas en el negocio”. AFP
Fotos AFP