Actualmente en nuestra Venezuela la depresión se ha convertido en un sentimiento común, consecuencia de la crisis que atravesamos, en donde la situación económica pareciera no tener fondo y nosotros un paracaídas que sigue sin abrir, sin embargo es durante los momentos de crisis que necesitamos más fuerza y más convicción, de que los cambios son posibles.
Para lograr la Venezuela que queremos es necesario derrotar la depresión que el régimen sigue inyectando en dosis diarias de cadena nacional y anuncios que buscan todo menos soluciones. Son claves fundamentales para triunfar en esta batalla expresarse y sin duda alguna ver el lado positivo de las cosas, que es difícil de ver, que se ve nublado, puede ser pero sin duda siempre está ahí.
Acorde a la última encuesta de Datanalisis 38% de los venezolanos se define opositor, 28,9% se define como independiente y 28,9 % se define pro – gobierno, cabe resaltar que es la primera vez en 11 años que la mayoría de los venezolanos se auto definen como opositores en una encuesta. Estamos venciendo al miedo, uno de los principales enemigos del cambio.
¿Cuál es nuestro reto? El gran reto que se nos presenta a todos los que estamos convencidos de que Venezuela tiene que cambiar; no es otro que mostrar a ese 28,9% de venezolanos que se auto definen como independientes y a los 28,9% que definen pro-gobierno que nuestro país tiene que cambiar.
Para lograr despertar el interés en estas personas que el cambio más que necesario, es posible, comienza por tender una mano amiga. Para sumar una persona a nuestra lucha no podemos caer en los típicos comentarios: “Ahí tá pá’ que sigan votando por ellos” o “Maduristas de mi…. sigan así” es evidente que con este tipo comentarios no vamos a lograr sumar a nadie. Es necesario acabar con la polarización.
Sin la menor duda en Venezuela está cayendo un diluvio de problemas que nos afecta a todos los que aquí vivimos, menos los a que viven en Miraflores. Sí los problemas nos afectan a todos, nuestra lucha no es contra otro venezolano que a pesar de haber tenido un corazón rojo, hoy en día se ha dado cuenta que el sueño revolucionario no fue más que un engaño.
Nuestra lucha hoy en día es mostrar que existe una Venezuela diferente, nuestra lucha es unir a los venezolanos, pulverizando la polarización sembrada por el régimen que tanto nos ha hecho daño, demostrar que cuando estamos unidos somos más y cuando somos más el miedo no existe, al contrario nos llenamos de fuerza, de sueños y de lo más importante, nos llenamos de esperanza, de esa esperanza por tener la Venezuela que queremos, donde los venezolanos no se quieran ir, sino regresar. ¡Siempre es momento de actuar! ¡El futuro es nuestro!
Aarón Andrés Rodríguez Moro – @RodriguezAaron