“En este país ya no se puede vivir”, “el mundo está loco”, “ese hombre debió estar drogado”, “gracias a Dios a los niños no les pasó nada”… eran las palabras de los representantes quienes desesperados acudieron a retirar a sus hijos de un centro de educación inicial, en donde minutos antes una joven resultó lesionada, luego de que su expareja le disparara, publica El Impulso.
Advirtió que estaba armado
Como todos los días Génesis Victoria Bejarano Puertas, de 22 años de edad, fue a llevar a su hija de cuatro años a su colegio ubicado en la Urbanización del Este. Se trasladaba en su vehículo, un Mazda 3 azul. La joven, en la puerta del plantel educativo, le advirtió al vigilante que por allí venía su expareja y creía que se encontraba armado.
Cuando la joven salía, apareció Jhon Javier Colmenárez, de 25 años, su expareja, quien es un hombre fornido, mide aproximadamente 1,82 metros de estatura. Estaba vestido con un blue jean, chemise beige y zapatos deportivos azul con amarillo.
“¿Qué que te pasa a ti con la señora, chico?”, le preguntó el vigilante con un tono fuerte, pero el joven parecía no escucharlo.
La dama se metió rápidamente para la oficina de la dirección, a objeto de resguardarse, y uno de los pequeños agarró al vigilante por la pierna. En ese momento Jhon Javier aprovechó el descuido del cuidador y se metió.
Todo pasó en cuestión de segundos: el hombre empuñó un revólver calibre 38 en su mano y apuntó a Génesis hacia el pecho, con la intención de quitarle la vida, pero un miembro de la directiva del centro educativo se encargó de neutralizar al sujeto y bajarle la mano para que no disparara. En medio del forcejeo al que se sumó el vigilante, fueron cinco disparos los que se escucharon: tres de los proyectiles le dieron en ambas piernas a Génesis y los otros dos en el suelo y la pared de la oficina.
El hombre, al ver que su expareja caía herida, empujó al vigilante, le dio un golpe en el hombro con la cacha del revólver y se fue corriendo. En la esquina lo estaba esperando un vehículo. También se trataba de un Mazda 3 azul, pero se desconoce a quién pertenece el carro.
Familia estaba angustiada
Bejarano Puertas fue trasladada hasta una clínica privada ubicada al este de la ciudad, en donde fue atendida de inmediato y por sus heridas, los médicos determinaron que debía ser intervenida quirúrgicamente.
En las afueras de la emergencia se encontraba la señora Yaquelín Puertas, madre de la joven herida, quien no paraba de llorar. Se encontraba angustiada por el estado de su hija y temía que Jhon supiera que ella había quedado viva y se devolviera al centro asistencial para acabar con su vida.
La señora evidenciaba su angustia. Es la segunda vez que afronta un hecho similar, pues el 15 de mayo del presente año a su hijo Pedro Bejarano, de 20 años de edad, le quitaron la vida. El joven, quien era comerciante, fue interceptado por unos delincuentes que lo atracaron y además lo asesinaron.