“¡Por allá vienen los verdes!”, gritan algunos comerciantes informales, mientras esconden los productos de primera necesidad que adornan sus improvisados puestos de trabajo, tras la presencia de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Hermilis Guerrero/ Nueva Prensa Guayana
Por temor al decomiso por medio de la GNB, los vendedores guardan su mercancía en cajas y bolsos debajo de sus mesas, sin embargo al alejarse la patrulla, los alimentos y artículos de higiene (principalmente) nuevamente regresan a la parte superior del mostrador.
A pesar de la autorización por vía habilitante de la reforma de la Ley de Precios Justos, firmada por el mandatario nacional Nicolás Maduro, donde les prohíbe a los buhoneros la comercialización de artículos prioritarios para las familias venezolanas, éstos persisten con las ventas.
Tal parece que la atención y respeto que le brindaran a la reciente normativa, es igual o peor a la del decreto 003-2014, estipulado por el alcalde del municipio Caroní, José Ramón López; el cual también prohíbe la venta de productos de la canasta básica en la región. No obstante, es completamente ignorada por parte de los expendedores.
Los denominados “Círculos de Batalla”, conformados por fiscales de la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) e inspectores populares, provenientes de Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH), se mantendrán desplegados por diferentes zonas de la entidad para el “control” reglamentario, no obstante se desconoce la fecha de arranque del plan.
La acción se desarrollará en tres fases, en la primera los comerciantes recibirán un documento de advertencia y la devolución del dinero invertido en los artículos decomisados. Seguidamente, se se estipula el decomiso de mercancía y aplicación de sanciones. Por último, serán puestos a la orden del Ministerio Público a quienes continúen con la venta ilegal.
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