“El remedio es peor que la enfermedad”. Así lo expresa Silvana Pirela, repostera, quien se debate entre aplaudir o rechazar la medida anunciada por el Ejecutivo nacional de prohibir la venta informal de artículos alimenticios, de higiene personal y para la salud, en el mercado informal. laverdad.com / Verónica Albarrán
Nelfi León, comerciante informal, rechaza la medida. “Están atacando a los más débiles, porque no somos nosotros la razón de la crisis. Los buhoneros solo presentamos una opción para quienes no consiguen en los supermercados los productos. Sí los vendemos más caro, pero es porque los compramos al doble del precio normal”.
Teme las consecuncias. Y es que de acuerdo con el decreto presidencial 1.348, publicado en Gaceta Oficial 40.526, quienes infrinjan esta prohibición serán sancionados conforme a la Ley Orgánica de Precios Justos, que establece penas de prisión de ocho a 10 años para los especuladores, ocupación temporal, y multas.
Opciones
Pieral, madre de familia, recorre a diario entre cinco y siete supermercados en busca de los ingredientes necesarios para la preparación de tortas, actividad con la cual mantiene a sus hijos. La escasez de productos como azúcar, harina de trigo, leche condensada y leche en polvo, obliga a la zuliana a optar por un plan “B”, acudir a los vendedores informales.
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