Activistas de Los Ángeles denunciaron hoy el atropello que sufre Carlos Mora, un invidente venezolano que decidió mudarse al sur de California y hasta ahora no logra alquilar una vivienda porque los propietarios alegan que es incapaz de vivir solo y catalogan a su perra guía como una mascota.
“He tocado la puerta de más de 30 casas. Me dicen que no, porque me puede pasar algo y los voy a demandar, y que mi perra guía, Cleopatra, es un animal. No entienden la necesidad de un perro guía” relató Mora a Efe.
El inmigrante venezolano llegó a Estados Unidos hace más de 12 años en busca de un tratamiento para el glaucoma genético que padece y, aunque los médicos no pudieron salvar su visión, considera que el país le ofreció una oportunidad para desarrollar una vida independiente.
Mora aprendió inglés y logró terminar una maestría en Salud Mental en la Universidad Johns Hopkins, en el estado de Maryland. El día de su graduación la labor de su perra guía, Cleopatra, también fue elogiada.
Mora contó que todos estos años de residencia en la ciudad de Baltimore, donde se asienta la universidad, logró estudiar y trabajar mientras vivía solo en un apartamento, una independencia que ha visto truncada desde hace dos meses cuando decidió mudarse a Los Ángeles.
“Yo sé que Los Ángeles es una ciudad muy congestionada. He ido a buscar incluso en los servicios sociales y hay listas de espera de cinco años”, manifestó el venezolano, quien recalcó que cuenta con fondos para pagar una vivienda digna, pero aún así no logra encontrar nada.
Ricardo Moreno, de la organización Pan para el Mundo, señaló que el rechazo que sufre este inmigrante es un ejemplo de la pérdida de compasión hacia personas discapacitadas que se registra en Los Ángeles.
“La vivienda es un problema en Los Ángeles, la ciudad es hostil para la gente inmigrante, para la gente pobre. Ahora imagínese para una persona como Carlos, con una discapacidad. Las leyes que los protegen existen, pero la burocracia no deja que esto se aplique” advirtió Moreno.
El área metropolitana de Los Ángeles fue señalada el pasado mes como una de las peores ciudades en los EE.UU. para personas con discapacidad, según un informe de la red social de finanzas personales WalletHub, presentado en el marco de la campaña a favor del empleo para discapacitados que se realiza cada octubre.
De igual manera, según estadísticas recientes del Departamento de Vivienda (HUD) federal, a nivel nacional el mayor número de quejas por violaciones al derecho al acceso a una vivienda provienen de personas con discapacidad, una tendencia creciente en los últimos años.
Rigoberto Reyes, del Departamento de Asuntos del Consumidor del condado de Los Ángeles, señaló que es ilegal negar una vivienda a una persona por el hecho de tener un impedimento físico, así como por razones de religión, raza u orientación sexual.
Mientras tanto, Mora no pierde las esperanzas de poder afincarse en Los Ángeles, en donde estima que no todo ha sido malo.
“Las leyes que nos protegen existen, solo estoy esperando que alguien decida aplicarlas y me permita aportar a esta ciudad, tengo mucho que darle”, resaltó. EFE