Amina Hart, una ciudadana residente de Melbourne (Australia), siempre había tenido un sueño: que su tercer hijo no sufriera lo que tuvieron que pasar los anteriores. Por desgracia, el primero de ellos falleció con tan sólo cuatro meses mientras que el segundo lo hizo recién cumplido el año de edad. Al parecer, una enfermedad genética que padece acabó con la vida de los pequeños.
Sin embargo, Hart, soltera a sus 42 años, decidió acudir a un banco de esperma donde le inseminaron con la donación realizada por Scott Andersen. A pesar de que existía una posibilidad del 75% de que el niño naciera enfermo, esta australiana tuvo fortuna y el estado de salud de la pequeña Leila es perfecto.
Amina Hart no pudo olvidar el detalle de Scott Andersen y decidió indagar en la red para encontrarle: quería que conociera a su hija y agradecerle lo que había hecho por ella. No consiguió información sobre él por lo que contactó con la clínica donante de esperma y decidió enviarle un correo para ver si podían verse.
El feeling entre los tres- padre, madre e hija- fue tan bueno que las visitas se fueron repitiendo hasta que una simple historia de cordialidad se terminó convirtiendo en un precioso romance. Ambos se empezaron a conocer y desde hace unos meses empezaron a tener una relación sentimental, cuyo pilar, como es evidente, es la pequeña Leila.
“Para mí es un comienzo feliz, más que un final feliz. Un capítulo de una vida de felicidad y alegría”, explicaba Amina al ‘Daily Mail’.
Por su parte, Scott Andersen se mostraba contento tras haber encontrado un amor que le había tardado en llegar. Ya había tenido cuatro hijos sanos antes de Leila, algo que fue fundamental para que Amina le escogiera. Ahora, ya nada les separará. Y más con la ‘pequeña’ de por medio…