No consigues ser el programa infantil más veterano de la historia de la televisión estadounidense haciendo lo mismo una y otra vez. Así que aunque los padres que crecieron viendo “Plaza Sésamo” pueden ver a antiguos personajes como Abelardo (también conocido como Gallina Caponata), las cosas en el barrio han cambiado desde el estreno de la serie hace 45 años, el 10 de noviembre de 1969.
El Monstruo Comegalletas ahora se modera y a veces come fruta y verduras. Millones de niños ven el programa en celulares y ordenadores en lugar de televisión. Y hay menos tiempo con personajes humanos. No son lo bastante energéticos para los espectadores de hoy.
Que “Plaza Sésamo” siga existiendo es muy revelador. En 1973 era uno de los dos únicos programas para niños de párvulos. Ahora compite con 84 programas en televisión e innumerables en internet. Sin embargo, “Plaza Sésamo” aguanta el tipo, en el puesto 20mo para niños de entre 2 y 5 años con 850.000 espectadores por episodio, según Sesame Workshop, la organización sin ánimo de lucro que lo mantiene.
Pero ahora, la mitad de los espectadores lo ven en formato digital. Entre las opciones están SesameStreet.org, PBSKids.org, Netflix, Amazon, iTunes y unas 50 aplicaciones. El canal de YouTube tiene un millón de suscriptores y 1.500 millones de reproducciones. Y las pantallas táctiles han sido “una varita mágica para nosotros en términos de participación”, señaló el vicepresidente de Plaza Sésamo Scott Chambers. Los niños pueden repasar letras o señalar formas y colores, y la aplicación les ofrece refuerzos positivos.
Además, la serie tiene el nivel más alto de su categoría de adultos que ven el programa con los niños: el 49 por ciento de sus espectadores tienen más de 18 años. “Estamos muy orgullosos de eso”, dijo Chambers. “Lo diseñamos para implicar al padre porque sabemos que eso es más educativo. Si tienes un padre viéndolo contigo, vas a aprender mucho más”.
Por eso, las escenas suelen tener invitados famosos o referencias de cultura popular que los niños no entienden, pero los adultos sí. En una parodia de James Bond, el Monstruo Comegalletas es un agente secreto. En otro programa, Elmo dice a la actriz Lupita Nyong’o que su piel “es de un hermoso color moreno”. La actriz responde “Hay toda clase de hermosos tonos y colores de piel… ¡Me encanta mi piel!”. Es una lección clásica de Plaza Sésamo sobre la diversidad, que se remonta a sus orígenes como uno de los pocos programas en la década de los 70 que incluía a todas las razas y etnias. Hoy en día, el programa también incluye habitualmente a niños con minusvalías.
La música también ha cambiado. Aunque la canción que abre cada episodio en inglés sigue teniendo la misma letra, ahora lleva otro ritmo. Algunas escenas incluyen música latina o hip-hop. En un episodio reciente, el roquero Elvis Costello cantó “Un monstruo fue y se comió mi dos rojo”, en referencia a su famosa frase “Angels wanna wear my red shoes” (“Los ángeles quieren llevar mis zapatos rojos”). El vampiro Conde Contar utiliza una sintonía disco para impartir una lección sobre el número 9, y todos los episodios terminan con una canción de Elmo al estilo Broadway.
“Plaza Sésamo” también es única porque antes de escribir cada guión, expertos en desarrollo infantil ofrecen una perspectiva sobre lo que necesitan los niños de hoy para tener éxito en la escuela. Por eso además de letras, números y valores, ahora el programa enseña comportamientos como el control de impulsos y la escucha de instrucciones.
“El Monstruo Comegalletas ha sido nuestro niño modelo de autocontrol por su amor por las galletas”, explicó la productora ejecutiva Carol-Lynn Parente. Ahora, la marioneta come fruta y verdura… aunque en ocasiones también devora el plato, la mesa y la silla. AP