“Que viva la revolución obrera” es una de las frases que más le gusta pronunciar al pequeño bigotudo con afán de gobernar. ¿Pero de verdad existe alguna revolución obrera?
Acerca de la revolución obrera nos encantaría preguntarle al ex ministro de relaciones exteriores y “protector” de Miranda, Elías Jaua Milano ¿Cómo hizo para que viajaran en un avión de PDVSA a Brasil, su niñera armada con municiones y un revólver calibre 38, su suegra y otros familiares? Hablan de revolución obrera pero viven como oligarcas, no existe coherencia.
La revolución obrera cada día va acabando con el poder adquisitivo, culpa de la inflación que se come el dinero en los bolsillos de los venezolanos. La calidad de vida cada día es menor, entre colas de largas horas y la inseguridad desatada, culpa de la impunidad que existe en el país, donde los grupos armados parecieran ser los gobernantes.
Hablan de revolución obrera, pero irónicamente es la clase obrera la menos beneficiada al recibir solamente un 15% de aumento, mientras las fuerzas armadas reciben un 45%, lo cual cabe resaltar, tampoco significa un aumento ya que nuestra inflación se encuentra rondando el 70%, es decir el aumento se lo comió la inflación y quedó con hambre.
Es importante tener varias cosas claras, entre ellas que el aumento del salario mínimo, no representa el aumento de todos los salarios. El Salario mínimo actual es de Bs. 4.251 con el aumento del 15% a partir del próximo primero de diciembre será de Bs. 4.889. Es decir que hablamos de un aumento de Bs. 638 mensuales, lo cual se traduce en Bs. 21,26 diarios y un Cocosette cuesta Bs. 25. Como me dijeron el pasado martes: “Juntemos los 20 bolos de tu aumento, con los 20 bolos de mi aumento, compremos un Cocosette y nos lo comemos a besos”
El mayor logro del régimen sin duda es la inflación, es que si algo no ha parado de crecer de una manera descabellada ha sido la inflación, tanto que el régimen puede presumir que Venezuela tiene la mayor inflación del mundo. El problema inflacionario nos afecta a todos los que compartimos esta tierra como nuestro hogar, menos a los de Miraflores, los del régimen no hacen cola, ni se preocupan por los aumentos de salario, se le “perdieron” 25.000 millones de dólares y aun los venezolanos desconocemos su paradero.
Los números de las encuestas son claros, según la última encuesta publicada por IVAD 77% de los venezolanos piensa que el país va en una dirección equivocada. 8 de cada 10 venezolanos valoran negativamente la situación actual del país y 83% de los venezolanos admiten haber tenido problemas para conseguir medicamentos. Esto solo se traduce en descontento contra el régimen que no para de crecer.
Entre mayor sea el descontento, más arbitrario y totalitario será el régimen. La razón es que a mayor descontento más cerca del cambio nos encontramos. Es normal entre los pequeños regímenes totalitarios al sentirse amenazados de perder el poder recurrir al miedo y la polarización.
Para materializar los deseos de un nuevo gobierno es necesario aplastar el miedo y pulverizar la polarización ¿Cómo? Acabar con el odio para unir a los venezolanos, que nuestra mayor rivalidad sea por un Caracas-Magallanes. El odio entre los venezolanos solo favorece al régimen.
Debemos entender que no es necesario el fracaso de otro hermano venezolano para que nosotros tengamos éxito, al contrario entre más exitoso seamos los venezolanos mejor será nuestra economía, mejor será nuestro país. No somos oposición, somos el cambio que necesita Venezuela.
Aarón Andrés Rodríguez Moro – @RodriguezAaron