Los cartones de Marlboro, latas de tabaco de mascar Skoal y paquetes de cigarros Swisher Sweets figuran prominentemente en estantes junto a la entrada de la tienda Vincent’s Country Store, pero quizás no por mucho tiempo más: todos los productos de tabaco pudieran volverse contrabando si las autoridades locales de salud consiguen la aprobación de su propuesta, reseña AP.
Este tranquilo pueblo de 7.700 habitantes en el centro de Massachusetts se ha vuelto un improbable campo de batalla en las guerras del tabaco en Estados Unidos. El miércoles, la Junta de Salud escuchará comentarios públicos sobre una propuesta regulación que haría de Westminster la primera municipalidad en el país en prohibir la venta de todos los productos del tabaco dentro de sus límites.
“Por lo que sé, sería la primera en el país en implementar una prohibición así”, dijo Thomas Carr, director de políticas nacionales de la American Lung Association. “Felicitamos al municipio por hacer eso”.
La funcionaria de salud del pueblo Elizabeth Swedberg dijo que una prohibición parecía una solución lógica a un problema irritante.
“Las compañías de tabaco realmente están promoviendo sus productos para atraer a menores”, dijo, Swedberg, y puso como ejemplos cigarros con sabor a goma de mascar, cigarrillos electrónicos y una forma nueva de tabaco soluble que parece caramelo. “La junta se estaba frustrando al tratar de combatir todo eso”.
Citando un reporte del Cirujano General de Estados Unidos, Swedberg dijo que si el tabaquismo continúa sin control en el país, 5,6 millones de estadounidenses menores de 18 años van a morir prematuramente. El cambio, dijo, debe comenzar en alguna parte.
Brian Vincent preferiría que no comenzase con la tienda de su familia en Main Street. Los productos del tabaco, dijo, representan más de 5% de las ventas totales.
Una cuarta parte de sus clientes compran productos de tabaco, dijo Vincent, y cuando están allí, a menudo compran un galón de leche o las galletitas de maple y chocolate que están junto al mostrador.
“Va a enviar clientes a otras partes, nadie va a dejar de usar tabaco”, dijo Vincent, que admite qué él mismo disfruta de un ocasional habano.
Pero Swedberg dijo que la Junta de Salud espera que si implementa la regulación, clientes leales sigan respaldando los negocios locales comprando más productos no derivados de tabaco. Y piensa que las tiendas pudieran disfrutar otro beneficio: “Para las personas que están tratando de dejar de fumar, sería un lugar mejor para comprar, porque no estarían confrontados con el tabaco”.