Esperaron el momento del apagón para acribillarla. Yesenia Yorbelis Cánquiz Sánchez, ama de casa de 24 años, reconoció a sus homicidas y corrió por la oscuridad a esconderse detrás de la cocina, allí la acribillaron los sicarios. laverdad.com
Los vecinos de la calle 4 del sector Padre Cisneros, municipio Catatumbo, escucharon las detonaciones, más de 12 y todas seguidas, pero ninguno se atrevió a abandonar su casa. El municipio está peligroso, alborotado y todos temen perder la vida en un tiroteo.
El cadáver de Cánquiz quedó en un rincón de la casa, entre la estufa blanca y una platera plástica azul, cubierta por una sábana vieja. Los oficiales que atendieron la novedad utilizaron una vela para recolectar los casquillos y buscar pistas de los sicarios.
En la barriada se comenta que el ama de casa convivía con un “man”, un paramilitar de la zona, y que era el puente entre los presos del retén de San Carlos de Zulia y algunas bandas criminales. Esa información no la corroboró la Policía científica, aseguran que la población está hermética por los últimos sicariatos en el Sur del Lago.
Como hipótesis del caso se maneja el ajuste de cuentas, la venganza o la guerra entre bandas. La víctima conocía a sus asesinos, y por eso se escondió. Investigan si tenía prontuario.
Yesenia Yorbelis Cánquiz. 24. Era ama de casa, al momento del sicariato se encontraba sola en su residencia.