Al mejor estilo cubano, el presidente Nicolás Maduro –que también es el jefe del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)– ha creado un correo electrónico y un número de teléfono para que los militantes denuncien a los «infiltrados», «espías» o «disidentes» y purgar así la formación chavista. «El militante que esté fomentando la desunión debe ser denunciado a través de:denunciainfiltradospsuv@gmail.com y vía sms al 0416-9425792», ha divulgado a través de Twitter el vicepresidente de Organización y Asuntos Electorales del PSUV, Francisco Ameliach, también gobernador de Carabobo.
Los críticos, tanto internos como externos, han bautizado la medida como «ley sapo», que permite a los «chivatos» denunciar a los militantes que no son leales o a aquellos considerados «traidores, disidentes o rebeldes».
División interna
La denuncia contra supuestos «traidores» se produce en un momento de supuesta división en el partido gobernante. Varios grupos del PSUV, como Marea Socialista, han manifestado su intención de «montar tienda aparte» y legalizarse como partido si la dirección nacional del PSUV no rectifica antes del 23 de noviembre, cuando se elegirán los candidatos para las legislativas de diciembre de 2015.
«El enemigo que más daño nos hace es el enemigo interno. Es aquel que dice que es chavista y no lo es», afirmó Ameliach durante su programa de radio semanal.Es la primera vez que el chavismo insta públicamente a sus miembros a denunciar a sus compañeros de filas para evitar disidencias internas que podrían dinamitar la hasta ahora sólida estructura sobre la que se asienta el Gobierno.
Hace cinco meses, la carta del ex ministro de Planificación Jorge Giordani destapó la crisis interna del PSUV y puso a temblar a Maduro. «Resulta doloroso y alarmante ver una presidencia que no transmite liderazgo y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los planteamientos que formulaba Chávez y en el otorgamiento de recursos masivos a quienes lo solicitan», dijo tras denunciar casos de corrupción.
A Giordani le siguieron los exministros Héctor Navarro, Víctor Alvarez y Ana Elisa Osorio. Lejos de rectificar, Maduro instó a los miembros del PSUV a decidir «de qué lado están». En apenas año y medio de gestión, ha perdido más de 20 puntos de popularidad.