Además de regularizar a los indocumentados, Barack Obama anunció medidas para facilitar la permanencia de extranjeros que ingresaron legalmente y ejercen profesiones que escasean en el mercado laboral estadounidense, pero para Silicon Valley y otros sectores, se trata de avances mínimos.
Ivan Couronne/AFP
“Voy a facilitar y acelerar los procedimientos para que los inmigrantes altamente cualificados, los jóvenes titulados y los emprendedores puedan quedarse y contribuir a nuestra economía, como han propuesto tantos empresarios”, declaró el jueves el presidente durante la alocución en la que anunció las medidas migratorias.
Eran anuncios particularmente esperados por Silicon Valley pues hace años las empresas del sector tecnológico presionan al Congreso para que haga saltar los cerrojos que pesan sobre las visas H-1B (permiso de trabajo de duración limitada y vinculado a un empleador único) y de las llamadas “green card” o tarjeta verde (permisos de residencia permanentes, independientes de un empleador).
El número de tarjetas verdes no ha aumentado desde 1990 y eso hace que personas oriundas de países como India o China deban esperar años para obtenerlas. Solamente por ley se puede aprobar un incremento de la cantidad de estas visas a entregar.
“La administración hubiera podido decidir más cosas para reducir la espera de ‘green cards’, pero eligió no hacerlo”, se queja el abogado especializado en temas migratorios Greg Siskind. “La muy, muy larga espera de las tarjetas verdes se mantendrá”.
También las empresas de Silicon Valley han recibido friamente los anuncios.
“Las pequeñas mejoras (…) del presidente Obama para los programas de visas de trabajadores altamente cualificados y estudiantes de ciencias son bienvenidas, y estamos ansiosos por conocer los detalles”, comentó el presidente de la Consumer Electronics Association (2.000 empresas), Gary Shapiro.
“Pero nuestro sistema de inmigración altamente cualificada debe ser enteramente renovado, y eso no puede hacerse por decreto”, agregó.
“Los cambios administrativos para la inmigración muy cualificada podrían servir como torniquete para detener la hemorragia de talentos extranjeros hacia el exterior”, comentó Ed Black, presidente de la Computer & Communications Industry Association (Google, Microsoft, Facebook, Ebay, Samsung).
“Pero seguimos necesitando una cirugía, que únicamente el Congreso puede llevar a cabo”.
– Cambios mínimos –
Los cambios anunciados el jueves benefician por ejemplo a los extranjeros que se graduan en universidades estadounidenses en ámbitos clave, como los llamados “STEM” (ciencias, tecnologías, ingeniería, matemáticas).
Actualmente ellos pueden quedarse durante 29 meses, tras obtener su título, para tratar de buscar un empleo permanente. Ese tiempo será aumentado y podrán prolongarlo mediante pasantías y cursos de formación que desmuestren que mantienen vínculos con las universidades.
Los anuncios también beneficiarán a trabajadores extranjeros cualificados que esperan obtener su tarjeta verde, los cuales podrán cambiar de trabajo incluso cuando el trámite está aún pendiente, algo imposible actualmente.
Esto podría animar el mercado laboral en sectores como tecnologías, ingeniería e informática.
Igualmente las propuestas de Obama incluyen el facilitar los trámites para obtener el visado a los emprendedores que buscan crear una empresa en Estados Unidos.
Cada año se entregan alrededor de un millón de tarjetas verdes; pero en 2013 solo 16% del total se entregaron por razones de trabajo, el resto correspondía a reagrupamiento familiar, refugiados, solicitantes de asilo y beneficiarios de la lotería anual.
– El sector salud, busca empleados –
Otro sector que podría beneficiarse es el de la salud que pasa penurias para satisfacer su demanda de mano de obra cualificada, en particular de enfermeras, para las que no existe una categoría específica de visa, y de médicos generales.
El tiempo de espera de los médicos indios y paquistaníes que aspiran a realizar el internado en Estados Unidos es especialmente largo.
Paradójicamente, la regularización provisional de entre cuatro y cinco millones de indocumentados anunciada por la Casa Blanca, podría agravar esa escasez, ya que muchos de esos inmigrantes ahora podrán trabajar legalmente y accederán a beneficios como el de un seguro médico, lo que aumentará la demanda de especialistas.
“Ni bien se encuentren en situación regular, ello creará una presión suplementaria sobre nuestra profesión”, dijo a la AFP Reid Blackwelder, presidente del consejo de administración de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia.
Las perspectivas de una reforma migratoria en el Congreso, bajo el control de los republicanos tras las legislativas del 4 de noviembre, son poco optimistas. Dan Pfeiffer, asesor muy próximo a Barack Obama, señaló que mientras se aguarda esa posibilidad, “podría haber otros anuncios en materia de inmigración legal”. AFP