Hace aproximadamente dos meses, como parte de nuestras actividades como legisladores y dirigentes políticos, decidimos asumir nuestro aporte a la solución de un grave problema que estaba saliéndosele de las manos a las autoridades en el Zulia: el dengue y la chikungunya.
El 11 de octubre, luego de recibir numerosas quejas de presencia de mosquitos por parte de los vecinos del sector La Ranchería de la parroquia Cristo de Aranza, donde fuimos electos diputados, acudimos con dos equipos de fumigación, debidamente permisados por la Secretaria de Salud.
Como no existían jornadas de fumigación en ese momento por parte de los organismos gubernamentales, las peticiones comenzaron a desbordarse. Decidimos ampliar la estrategia y fijarnos como meta las 18 parroquias de Maracaibo y sus sectores más afectados. Nos basamos en las exigencias de las comunidades pues nos fue imposible obtener el mapa epidemiológico que debería tener y entregar el Gobierno Regional y así fuimos atendiendo cada parroquia.
Durante 46 días continuos visitamos 128 sectores de todas las parroquias marabinas, beneficiando a 90 mil familias. Las peticiones se multiplicaron de forma exponencial y hasta algunas escuelas plagadas de mosquitos nos pidieron jornadas. 70 centros educativos recibieron atención, hecho que molestó muchísimo al Ejecutivo regional, porque fuimos a planteles que dependen de la Gobernación, razón por la cual en la Escuela Básica Estadal Carlos Luis Rincón Lubo, de la parroquia Cacique Mara, nos impidieron la entrada por una orden emanada por el Jefe de la Zona Educativa seccional Maracaibo.
Pese a ello seguimos nuestras jornadas fumigando, abatizando, entregando folletos informativos y hasta repartiendo medicamentos adecuados para reducir los embates de esta enfermedad que puede ser mortal y cuyo registro de decesos también es otro secreto del gobierno regional.
Ante el éxito de nuestro trabajo comenzaron los ataques. Inventaron que fumigábamos con productos inadecuados. Que era falso lo que dijimos: que había una epidemia en el Zulia, siendo desmentidos Arias Cárdenas y sus directores, con las declaraciones del mismo Ministerio de Salud que afirmaban que sí había epidemia en el Zulia, corroborando así nuestra tesis.
Ya culminadas nuestras jornadas de fumigación y contentos con los resultados por el descenso de casos anunciados por las autoridades, y con el agradecimiento de los vecinos beneficiados, les decimos que seguiremos trabajando. Estamos construyendo una propuesta ambiental para el Zulia. Ya nos hemos reunido con el ex decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ), Werner Gutiérrez y el presidente del Centro de Ingenieros del estado Zulia (CIDEZ), Marcelo Monnot, sumando a la presidenta del Colegio de Médicos del Zulia, Dianela Parra y otras ONG’s, para presentar un gran plan ambiental en los próximos días, con el objetivo de asumir de manera interdisciplinaria y organizada la solución a este aspecto de la crítica salud del Zulia.
@LesterToledo