Cualquier producto que se comercialice en Venezuela debe tener marcado “el precio de venta justo” para el consumidor final y los productores tienen hasta el día de Navidad para colocarlo, dijo hoy el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, reseña EFE.
Se trata de “una nueva medida en el marco de la ofensiva del Gobierno en la guerra económica”, remarcó en una rueda de prensa el titular de la gubernamental Superintendencia Nacional de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez.
La disposición ejecuta la Ley de Precios Justos sancionada por el Ejecutivo en enero pasado en un intento de controlar la inflación, que supera el 60 por ciento interanual, acabar con la escasez prohibiendo ganancias superiores al 30 por ciento y establecer sanciones de hasta 10 años de cárcel para los acaparadores y especuladores.
“Estamos seguros que los productores, los fabricantes y los importadores van a acatar el llamado ‘PVJusto’. No esperemos el último día para colocarlo, aunque los productores tienen 30 días a contar desde el martes pasado para hacerlo y 45 días los importadores”, sostuvo el funcionario.
El “PVJusto” incluye el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y debe estar impreso “en el cuerpo del bien” a comercializarse o en una “etiqueta autoadhesiva e indeleble”, recordó.
En el caso de los servicios, las tarifas deben estar a la vista “en listados colgados en las puertas de entrada de los locales y asimismo en sus páginas web”, añadió Méndez.
El funcionario admitió que en Venezuela es una “práctica común” que los precios “sean uno en la mañana y le pongan otro en la tarde”.
“Tenemos que detener esta práctica usurera y especulativa (…); queremos evitar algo que sucede con mucha frecuencia” y “estamos seguros que todos van a acatar esta medida sin esperar el último día para hacerlo”, insistió.
El cumplimiento de la Ley de Precios Justos fue reforzado con la puesta en marcha este mes del “Plan Navidades Felices” por el cual el Ejecutivo ordenó a los comercios mantener “precios justos” con el objetivo de resguardar el poder adquisitivo de los venezolanos que por estos días reciben un bono navideño conocido como “aguinaldo”.
La vigencia de tres tipos de cambio oficial para el dólar en Venezuela, cuya compraventa monopoliza el Estado, propicia que los precios de los productos en bolívares sean mayores o menores en función de si la empresa importadora ha recibido la moneda estadounidense a la tasa preferencial de 6,30 o a las flotantes de 12 ó 50 bolívares.
Además, existe un mercado paralelo en el que el dólar se vende hoy en casi 150 bolívares, cambio al que muchos comerciantes, reciban dólares o no, fijan el precio de sus productos de manera especulativa lo que fomenta la subida de precios.
Para llevar adelante este plan navideño se prepararon a 27.000 fiscales encargados de revisar los precios en los establecimientos, reveló Maduro recientemente, tras sostener que esperaba que este cuerpo llegase a 150.000 personas.
Maduro ha achacado los malos datos de la inflación y los altos niveles de escasez de productos en el mercado formal a una “guerra económica” liderada por la oposición, empresarios privados y gobiernos extranjeros que buscan sacarle del poder, según reitera.
Por el contrario, para la oposición estas cifras se deben, entre otras cosas, a la mala política económica.