Huérfana del más popular de sus comediantes, América Latina se despide este sábado del fallecido Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” con un agradecimiento por cuatro décadas de risas que se expresará en los grandes homenajes del fin de semana en México, reseña AFP.
Los restos de Gómez Bolaños fueron trasladados la mañana del sábado desde su residencia en el balneario caribeño de Cancún (este), donde falleció el viernes a los 85 años, hasta el aeropuerto internacional donde Florinda Meza, segunda esposa del actor y estrella de sus series, dirigió sus primeras palabras a los medios.
“Gracias por todo el apoyo que le dieron a mi Robert”, dijo, vestida de negro, la intérprete de personajes emblemáticos como la “Doña Florinda” de “El chavo del ocho”.
El vuelo aterrizó en la tarde en la ciudad de Toluca (centro), donde el cortejo emprendió los 70 km que la separan de Ciudad de México custodiados por la policía federal.
En la capital, Gómez Bolaños será velado de forma privada en una sede de Televisa, dijo a la AFP un vocero del gigante televisivo mexicano, en el que “Chespirito” trabajó casi toda su carrera.
A la misa de la sede de Televisa, donde ya se ha congregado una veintena de seguidores, asistirán familiares, allegados, compañeros de trabajo, directivos de la cadena y personalidades mexicanas.
“Estamos tristes en mi casa, aún no lo creemos… fue el mejor actor de todo el país. Aprendimos qué es lo bueno y qué es lo malo”, dijo a la AFP Elizabeth Mandujano, una ama de casa de 35 años que portaba una camiseta del América, el equipo favorito de Gómez Bolaños.
“Nos enseñó a reírnos de todo, de nosotros, incluso de no tener nada” de dinero, señaló Miriam Leyte, de 22 años, mientras hacía fila en compañía de sus tres hijos pequeños para obtener boletos para el gran homenaje que se brindará el domingo a “Chespirito” en el colosal estadio Azteca.
A la casa del actor en Cancún, donde se mudó hace años para cuidarse de sus enfermedades respiratorias, también llegaron decenas de seguidores mexicanos y extranjeros impactados por la pérdida de “Chespirito”, todo un fenómeno de masas en la región con series como “El chavo del ocho” y “El chapulín colorado”, que hasta hoy siguen siendo retransmitidas.
“En Colombia es ‘superconocidísimo’. Yo lo admiro mucho y cuando vi en la internet que había muerto vinimos para acá”, explicó el turista colombiano Raúl Taravía.
– Adiós multitudinario –
La legión de fans mexicanos de Gómez Bolaños fue convocada a darle el último adiós en el gran homenaje del estadio Azteca, que puede albergar a 105.000 personas.
El evento durará unas cinco horas y contará con actuaciones musicales y mensajes de personalidades.
En el mismo estadio Azteca, el equipo América, propiedad de Televisa, le rendirá un minuto de silencio este sábado en el choque que disputará contra Pumas por los cuartos de final de la liguilla mexicana.
Los jugadores de “Las Águilas” americanistas portarán también una señal negra en el uniforme en recuerdo de uno de sus más populares seguidores. Gómez Bolaños llegó a inventarse un personaje, el “Chanfle”, que era un utilero del América y soñaba con ser la estrella del equipo en dos películas filmadas entre las décadas de los setenta y ochenta.
Desde Argentina, Brasil o España, el mundo del fútbol fue de los que más lamentó la partida de Gómez Bolaños.
“Eterno/mito/ídolo… Roberto Bolaños, simplemente Chaves (Chavo), gracias!”, escribió en su cuenta de Twitter la estrella brasileña Neymar.
Tres presidentes -el mexicano Enrique Peña Nieto, el colombiano Juan Manuel Santos y el ecuatoriano Rafael Correa- dieron también las gracias el viernes a Gómez Bolaños en nombre de millones de niños a los que hizo reír.
– “El más popular” –
“Y ahora, ¿quién podrá defendernos?”, se leía el sábado en las portadas de grandes diarios de México y América Latina que informaban del fallecimiento del “más popular de los comediantes”, como le reconoció el rotativo colombiano El Tiempo.
La imaginación de Gómez Bolaños creó personajes y frases que forman parte del imaginario colectivo latinoamericano, como “Fue sin querer queriendo” (“El chavo del ocho”) o “Síganme los buenos” del “Chapulín Colorado”, un torpe y bienintencionado superhéroe que siempre ayudaba a los desamparados que exclamaban: “Y ahora, ¿quién podrá defenderme?”.
Medios mexicanos recordaban cómo, en su época de mayor esplendor, los espectáculos de Gómez Bolaños conseguían llenar estadios alrededor del continente americano. En 1977 abarrotó dos veces el estadio de fútbol de Santiago de Chile -generando una gran polémica por presentarse durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet- y otras dos veces el Madison Square Garden de Nueva York en 1983.
Las series de Gómez Bolaños fueron exportadas a más de 25 países, incluidos Tailandia o Rusia, y en México llegaron a ser programadas en horario estelar por más de 25 años.
A Gómez Bolaños se le bautizó como “Chespirito”, mote que alude a un William Shakespeare de baja estatura, por su creatividad y su prolífica carrera en la que también fue escritor, dramaturgo, productor y director televisivo.