Personaje nacido en Turquía, hijo de padres de acomodados comerciantes cuya desaparición a su corta edad de 19 años lo alentó a repartir sus bienes y se ordenarse como sacerdote en sustitución de su tío. Se cuentan cientos de historias, especialmente sus milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal fue la admiración que sintieron por él que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y Francia, siendo llamado San Nicolás de Mira. La transformación de San Nicolás a Santa Claus y Papá Noel se inicia en los años 1720 en la ciudad de Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York, fundada por los holandeses quienes llevaron sus costumbres, mitos y patronos. Posteriormente, 100 años después, una sátira lo convierte en Santa Claus en versión enana y delgada como un duende pero regala juguetes a niños porque en víspera de la navidad se moviliza en un trineo arrastrado por 9 renos. Sucesivamente un dibujante alemán de apellido Nast lo diseña como gordo, barbudo y bonachón con vestimentas rojas y blancas; y a principios de los 1.900, la Coca-Cola con un tinte mercantilista hace que Santa Claus o San Nicolás desde el Polo Norte entre por las chimeneas y regala juguetes y alegrías a todos los niños del mundo.
En Venezuela hay otro Nicolás, ese que aparece como presidente constitucional o jefe del poder ejecutivo, y de quien desconocemos todo su pasado, inclusive su nacionalidad. No sabemos si es venezolano, colombiano o colombo-venezolano, sospechándose que es lo último. Hace dos años aproximadamente ocupa la primera magistratura por decisión del Presidente Chávez, los siniestros hermanos Castro y las truculencias del CNE. Este Nicolas está acabando con nuestro país y ahora encargándose de magnificar los problemas económicos de gran impacto a nivel social, rompiendo el record de pobreza extrema en Venezuela. Pero a este Nicolás (a secas porque no es ningún santo ni remotamente se le parece) se le ocurrió colocarnos la tarjeta de racionamiento 2.0, esa que la incluyen en el “sistema biométrico” y la cual sirve para racionarnos todo desde los alimentos, medicinas y ahora ¡hasta los juguetes navideños….ohohooooooooooo¡
En ese racionamiento de la vida del venezolano, el Nicolás que tenemos está restringiendo la salida del país a toda la gente por la falta de pasajes, cada vez hay menos medios que digan la verdad y todos los días aumentan más el control del gobierno sobre la vida cotidiana de cada uno de nosotros. La peor de todas las navidades la viviremos con este Nicolás porque la cesta básica se ubicó en Bs.24.541, 63, en 80% inflación para este año y amenaza con cerrar en más del 100%, la Cámara Automotriz de Venezuela anunció que se desplomó un 82% en el número de vehículos ensamblados en el país, eso es igual a desempleo masivo. El precio del barril venezolano está en $68,00 en comparación con un promedio de $100 al mismo periodo el año anterior. nada bueno nos trae el Presidente hoy convertido en una especie de Nerón con relación a Venezuela porque solo le falta quemarla, tal como hico el dictador con Roma.
Nicolás prometió que nunca nos pegaría la crisis económica y que estábamos blindados pero son puras promesas falsas porque existe creciente inseguridad, desorden financiero tres tipos de cambios y pare usted de contar casi a dos años de su gobierno. Al contrario de San Nicolás, Nicolás Maduro con la receta de Raúl y Fidel Castro Ruz sigue ejecutando la componenda económica – salomónica de seguir regalando nuestro petróleo a los denominados “países amigos” a precio de gallina flaca. Pero, en Venezuela el gobierno nacional sigue quebrando al sector comercial y productivo con aquella frase lapidaria, “a vaciar los anaqueles”, usada como táctica electoral el pasado 8D y apoyada por las fuerzas militares quienes debieran proteger vidas y bienes que tantas se pierden día a día.
Con estas diarias peroratas Nicolás (el Maduro, no el otro viejito y bueno) acusa al entorno comercial y productivo de ser los únicos y exclusivos responsables de la inflación, el dólar negro, escasez, desabastecimiento, alto costo de la vida etc. En resumen la guerra económica que intentan combatir mediante la Solución Madurista: la denominada “Justicia Económica” a través del precio justo ( PJ ) siglas que deben aparecer en los productos, aquella que supuestamente combatirá a todos los usureros, especuladores y muy especialmente a los buhoneros pero que bien sabemos que no producirá los beneficios esperados porque así no se maneja la economía de un país.
Hoy están de nuevo en el ojo del huracán las empresas comercializadoras de electrodomésticos, ferreterías, acumuladores y baterías y tiendas de vestir. Nicolás, con tus erradas políticas has provocado que esta navidad del 2014 se inicie con pocos adornos navideños, locales comerciales vacíos y no hay variedad en productos, pérdidas de empleos directos e indirectos y los aguinaldos no alcanzan ni pa’ hacer las hallacas. Nicolás busca la concordia, el diálogo, libera los presos políticos, respeta los Derechos Humanos e inicia el camino de la paz y justicia. Tráele alegría no solo a los niños como San Nicolás sino a todo el pueblo venezolano que bien se lo merece. Basta de tanto látigo, escasez, controles y reducciones contra los venezolanos.
twitter: joaquinchaparro.