Han sumido al país en la peor crisis conocida en la era contemporánea. Se niegan a rectificar aferrándose a viejos dogmas ya superados por la historia. Estamos en el portal de la hiperinflación. Diariamente disminuye el valor de la moneda y bajan los precios del petróleo. La escasez se convirtió en un drama cotidiano.Al pretender desdeñar la existencia de estos fenómenos y no abordar políticas para atacarlos, agravan la situación. Los inventos de la “guerra económica”o del “golpe económico” no sólo carecen de credibilidad, muestran además la intención de evadir los síntomas,para así evitar un tratamiento adecuado a la crisis. Sí como afirman a menudo todo lo que hacen lo aprendieron de Chavez, no solo Maduro es responsable de este desastre. Está plenamente demostrado el estrepitoso fracaso del modelo y la necesidad imperiosa de cambiar de rumbo.
Ante este difícil y complejo cuadro, privilegian su obsesión por conservar el poder. Lo han convertido en un fin en si mismo.Disimulan las divergencias en la bicefalia gobernante en función de ese objetivo primordial. Consideran que aun poseen campo de maniobra para las elecciones parlamentarias y en tal sentido han diseñado una estrategia siniestra, no por izquierdista,sino por aviesa y perversa.
La maniobra se fundamenta en dos ejes orientados básicamente al electorado del territorio opositor. Una primera dirigida a estimular la abstención en nuestro ámbito, para lo cual no escatiman, ni escatimaran esfuerzos, en ese sentido. Las provocaciones estarán al orden del día en función de tal propósito. No es por casualidad, ni mucho menos por ingenuidad, la ocurrencia de proponer a última hora a Tibisay Lucena y Sandra Oblitas para repetir como Rectoras del CNE, es apenas una muestra de sus intenciones que seguramente se intensificarán en la medida que se aproxime el proceso electoral. No dudamos que en algún sector del electorado opositor, bien por considerarse “extremista” o bien por ingenuo puedan también “caer en la provocación”. De allí la necesidad de denunciar permanentemente el propósito gubernamental de favorecer la abstención opositora. Están contando con ella!.
El otro eje consiste en propiciar y favorecer eventuales divisiones que aparenten ubicarse en el espacio opositor, para disimular la maniobra, quienes se presten a ella,( descartamos que concurra alguna de las fuerzas que participan de la Mesa de la Unidad) elaboran un discurso para “edulcorar” o justificar aparentes disidencias en circuitos y regiones. Incluso no descartan lograr fórmulas nacionales que puedan restar votos a las presentadas por la MUD. Para ello podrán disponer de algunas tarjetas y de recursos para las campañas,que aun en medio de la crisis, no dudarán en emplear.
Poseemos suficientes elementos de juicio, entre ellos evidencias reales, que demuestran el adelanto de preparativos para llevar a la práctica esa estrategia y su diseño en dos ejes, dirigidos al universo del electorado que sufraga por las fuerzas democráticas. Consideramos imprescindible salirle al paso a tales maniobras y alertar a nuestros electores. Sólo así, unitariamente, podremos evitar que en algunas esferas se caiga por “vivo” o por inocente. Una estrategia victoriosa de la Unidad tiene necesariamente que enfrentar esos movimientos. Estamos convencidos que lo haremos y así aseguraremos el triunfo.