Si alguna vez le pidieron un taxi o una habitación para un tal Johnny Madrid, muy probablemente se trataba de Tom Hanks. El ataque informático masivo contra Sony Pictures, supuestamente ejecutado por partidarios del régimen de Corea del Norte como respuesta a una película satírica sobre su líder, ha dejado al descubierto una cantidad de información sin precedentes de empleados y contratos de la compañía. Y tratándose de un estudio de cine, los afectados son algunos de los rostros más conocidos del mundo.
El ataque es descomunal y su alcance aún no se conoce. La cantidad de información que los hackers, que se hacen llamar GOP (Guardians of Peace), han robado de los servidores de Sony Pictures y están filtrando en la Red parece no tener fin y revelan las interioridades del gigante del cine.
Por ejemplo, la revista Fusion informaba de una carpeta en la que están todos los datos de promoción de algunas películas, y entre ellos están direcciones y teléfonos de todo el personal implicado. También los nombres que los famosos utilizan para proteger su privacidad: Tom Hanks, según la revista, se presenta como Harry Lauder o Johnny Madrid; Sarah Michelle Gellar es Neely O’Hara; Natalie Portman se presenta como Laura Brown; Clive Owen es Robert Fenton; Jessica Alba aparece como Cash Money, y Daniel Craig es Olwen Williams.
Además de esta información, se han vertido en la Red los números de Seguridad Social de más de 47.000 personas relacionadas con la compañía. Entre ellos, los del actor Sylvester Stallone, el presentador de televisión Conan O’Brien y el director Judd Apatow. El número de la Seguridad Social en Estados Unidos es la identificación fiscal del ciudadano y quizá su dato más preciado. El ataque comenzó el pasado 24 de noviembre y todavía no ha terminado.
Entre las toneladas de información distribuida por Internet, está también el salario de la princesa Beatriz de Inglaterra, que trabaja para la compañía desde principios de año en la oficina de Londres. La revista Forbes informaba el sábado de que Beatriz, sexta en la línea de sucesión al trono británico, cobra 19.500 libras al año (24.700 euros) de la firma californiana por un trabajo relacionado con la coordinación de producción.
“The interview”, el origen del hackeo
En el origen de todo parece estar la película The Interview, una de las apuestas de Sony en comedia para estas Navidades en Estados Unidos. Seth Rogen y James Franco interpretan a dos periodistas de una cadena de televisión a los que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un (interpretado por Randall Park con una caracterización sorprendente), les concede una entrevista. La CIA aprovecha y los recluta para intentar asesinar al líder norcoreano. Entre los datos filtrados por los piratas informáticos, está el salrio de los protagonistas: Seth Rogers ha cobrado 8,4 millones de dólares (6,79 millones de euros) y James Franco, 6,5 (5,25 millones de euros).
Las bromas a costa de Kim Jong-un lo ha dirigido el propio Rogen con su compañero Evan Goldberg (Malditos Vecinos, Supersalidos, Superfumados), una cinta que ha sentado a cuerno quemado en Pyongyang. En junio, cuando se empezó a anunciar, el régimen norcoreano dijo que la película era “un apoyo descarado al terrorismo, así como un acto de guerra”, en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Pyongyang, sin embargo, ha negado reiteradamente su implicación directa en el ataque informático que ha puesto de rodillas una de las empresas más grandes de Estados Unidos.